Presidencia de la Nación

10 curiosidades sobre la fauna de los Parques Nacionales

Conocé los detalles más llamativos de algunas de las especies que se conservan en las áreas naturales protegidas de todo el país.

Cada 29 de abril en toda la Argentina celebramos el Día del Animal. El origen de esta efeméride se relaciona con el fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, un abogado que fue pionero en la lucha por los derechos de los animales.

En Parques Nacionales protegemos cientos de especies de fauna autóctona, propias de las distintas ecorregiones del país, desde las Selvas de las Yungas en el Norte hasta los Bosques de la Patagonia. Aquí te contamos algunos datos curiosos sobre diez de ellas:

Gato del Pajonal

Gato del Pajonal (Leopardus colocolo). Imagen: Diego Breccia

Gato del Pajonal (Leopardus colocolo). Imagen: Diego Breccia

De tamaño algo mayor que el doméstico, es el más terrestre de los felinos de la Argentina, ya que trepa árboles con poca frecuencia. Se caracteriza por sus hábitos solitarios, crepusculares y nocturnos, aunque también es normal verlo activo en pleno día. Se alimenta principalmente de roedores de no más de medio kilo y aves: en la Patagonia se lo ha visto robando huevos y nidos de pingüinos de Magallanes.

Avistaje frecuente: en el Parque Nacional Los Cardones, en Salta; y en el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos, en Jujuy.

Aguará guazú

Aguará guazú (Chrysocyon brachyurus)

Aguará guazú (Chrysocyon brachyurus)

Su nombre en guaraní significa “zorro grande”. A pesar de su gran tamaño, es tímido y sólo se anima a presas chicas como ratones, lagartijas, perdices y ranas.

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales Mburucuyá, Corrientes, y Río Pilcomayo, Formosa.

Vampiro

Vampiro (Desmodus rotundus)

Vampiro (Desmodus rotundus)

Es el único murciélago que se alimenta de sangre de mamíferos que obtiene siempre de noche, tanto de animales silvestres (tapires, corzuelas, pecaríes) como del ganado ¡e incluso de hombres de sueño pesado!

Avistaje frecuente: en el Parque Nacional Mburucuyá, en Corrientes.

Mono Carayá

Mono Caraya (Alouatta caraya). Imagen: Joaquín Ghiorzo

Mono Caraya (Alouatta caraya). Imagen: Joaquín Ghiorzo

Es la única especie de mono registrada en el famoso Libro Guinness ¿Su récord? ¡Es uno de los animales más ruidosos sobre la Tierra! Y debe su nombre al potente bramido que emiten los machos, generalmente al comenzar el día y hacia el atardecer. Sus aullidos pueden escucharse a varios kilómetros de distancia.

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales Iguazú, en Misiones; Chaco, en la provincia del mismo nombre; Río Pilcomayo, en Formosa, e Iberá, en Corrientes.

Oso hormiguero

Oso Hormiguero (Myrmecophaga tridactyla)

Oso Hormiguero (Myrmecophaga tridactyla)

Su olfato es 40 veces superior al de un humano. Gracias a este sentido tan desarrollado, llega hasta sus nidos y abre una brecha con sus potentes garras. Allí desliza su lengua larga y pegajosa que al cabo de unos segundos retira una cuajada de insectos. ¿Cuánto “cosecha” en cada recorrida? ¡Más de 14 mil bichos!

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales Río Pilcomayo, en Formosa, y Copo, en Santiago del Estero; y en la Reserva Natural Formosa, en la provincia homónima.

Carpincho

Carpincho Hydrochoerus hydrochaeris). Imagen: Fernando Sánchez Checa

Carpincho Hydrochoerus hydrochaeris). Imagen: Fernando Sánchez Checa

Es el roedor más grande del mundo, con más de un metro de largo y hasta 65 kilos. A diferencia de otros, no construye cuevas ni otro tipo de refugios. Es muy buen nadador, puede bucear durante varios minutos y doblegar ríos de la anchura del Paraná. Es que está equipado con “patas de rana”: sus dedos están unidos con una gruesa membrana y un pliegue especial, que tapona el oído cuando se zambulle.

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales El Palmar, en Entre Ríos; Mburucuyá e Iberá, en Corrientes; y en Chaco.

Zorro colorado

Zorro Colorado (Lycalopex culpaeus)

Zorro Colorado (Lycalopex culpaeus)

También llamado zorro fueguino, o andino, se alimenta principalmente de mamíferos como roedores, liebres y conejos. Tanto el macho como la hembra participan del cuidado y alimentación de las crías. A los dos o tres meses de vida, los cachorros empiezan a aprender las técnicas de caza. Llega a vivir hasta 11 años.

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales Tierra del Fuego, en la provincia del mismo nombre; Quebrada del Condorito, en Córdoba; El Leoncito, en San Juan; y Lago Puelo, en Chubut.

Vizcacha

Lagostomus maximus

Lagostomus maximus

Es el cuarto roedor más corpulento del país después del carpincho, la mara y la paca. Se especializa en cavar cuevas y galerías subterráneas de hasta 300 metros de diámetro. ¿Lo curioso? Allí vive en comunidades numerosas, compartiendo el espacio con hurones, zorrinos, comadrejas, lagartos y culebras.

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales El Palmar, en Entre Ríos; Lihué Calel, en La Pampa, e Iberá, en Corrientes.

Guayata

Guayata (Oressochen melanopterus). Imagen: Flavio Moschione

Guayata (Oressochen melanopterus). Imagen: Flavio Moschione

Es un ave exclusiva de las lagunas puneñas y altoandinas, y la mayor de nuestros cinco cauquenes. Acostumbra a formar pareja para toda la vida.

Avistaje frecuente: en el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos, en Jujuy; y en el Parque Nacional Los Cardones, en la provincia de Salta.

Mara

Mara (Dolichotis patagonum)

Mara (Dolichotis patagonum)

También conocida como liebre patagónica, es el mamífero endémico de mayor tamaño. Ante el peligro, huye a toda carrera y, en tramos cortos, puede alcanzar hasta 80 kilómetros por hora. Si queda acorralada, lanza intermitentes chorros ¡de hasta 3 metros! de orina hacia el agresor.

Avistaje frecuente: en los Parques Nacionales Bosques Petrificados de Jaramillo, provincia de Santa Cruz; Lihué Calel, en La Pampa; Sierra de las Quijadas, en San Luis; y Talampaya, en La Rioja.

Cuando visites un área protegida, el avistaje de fauna es una de las prácticas de ecoturismo que más vas a disfrutar. Es importante que lo hagas de forma responsable, por eso recordá:
• Observá la fauna a la distancia, no sigas ni te acerques a los animales.
• Nunca alimentes a la fauna, esto perjudica su salud, altera sus comportamientos naturales y crea dependencia; también los expone a predadores y otros peligros.

Scroll hacia arriba