Es el principal espacio en términos de calidad turística que representará el segmento “premium” en diferentes actividades, además de mantener y afianzar lo propio y lo autóctono, desde lo cultural o histórico, sin dejar de lado la innovación. Estos grupos acceden a mercados rentables y selectivos a través de la marca de calidad que los agrupa y a partir de ella se distinguen frente a terceros.

De acuerdo al perfil del producto, pueden conformar el club aquellos establecimientos que mantengan el servicio en un nivel superlativo de prestación. Asimismo deberán tener un perfil argentino y autóctono ya sea en los servicios o en su infraestructura, y esa condición especial que diferencia a la excelencia del resto de los estándares de calidad.

Deberán ofertar una amplia gama de servicios vinculados a tres componentes: la naturaleza, la historia y la cultura. La gastronomía juega un papel fundamental que deberá ser dirigida en lo posible a una oferta de carta basada en la cocina tradicional del lugar y elaborada con alimentos autóctonos o en su defecto, que contemple la cocina de vanguardia.

Mediante el referencial para la evolución de pertinencia de formar parte de un Club de Excelencia, se evaluarán: instalaciones y equipamiento de las zonas de uso común; estadía y atención al cliente; servicio de alojamiento; cuidado medioambiental; responsabilidad social; seguridad; variedad y oferta gastronómica; idoneidad en los servicios ofrecidos; actividades recreativas y/o deportivas que se ofrezcan al cliente.

Actualmente hay clubes de excelencia conformados en Buenos Aires, Jujuy, Mendoza, Misiones y Salta.