Problemas o necesidades que resuelve

Argentina posee una ganadería pastoril, que incluye más de 50 millones de cabezas bovinas, casi 15 millones de ovinos y 5 millones de caprinos, los cuales basan su alimentación en los recursos forrajeros provistos por sus campos naturales, pasturas y verdeos. Estos animales se distribuyen en una superficie aproximada de 76 millones de hectáreas y contemplan al menos al 90% de las empresas destinadas a la ganadería. En estas empresas la rentabilidad se asocia directamente con la cantidad de forraje cosechado de manera directa por los animales. Para hacer uso del pasto, hay que tomar decisiones como el tamaño de los potreros, el momento de entrada y salida de los animales de los potreros, ajustar el nivel de suplementación, entre otros. Para que estas decisiones impacten positivamente sobre el sistema, es necesario conocer en “tiempo real” (por ej. cada 7 o 15 días) y con la mayor precisión posible la disponibilidad de pasto de toda la superficie del establecimiento ocupada con recursos factibles de ser utilizados por los animales. Actualmente, este monitoreo se realiza de manera visual o mediante cortes y pesadas a campo del forraje disponible. La estimación visual, es altamente dependiente de un operador calificado y esto es subjetivo, operador- dependiente y en muchos establecimientos es una restricción. A su vez, el método de corte y pesada es altamente demandante en tiempo y mano de obra debido a que requiere un elevado número de muestras para tener en cuenta la variación dentro de un lote o potrero determinado. La utilización de dispositivos manuales, conocidos como pasturómetros manuales permite en gran medida solucionar estos problemas. Es importante remarcar que, diversos estudios realizados en sistemas productivos demuestran que la realización de estimaciones periódicas de disponibilidad de pasto genera un alto impacto en las ganancias debido a un mejor manejo de la alimentación y a una reducción en el uso de suplementos más costosos que el pasto.