Presidencia de la Nación

Desminado terrestre en Nicaragua (OEA)

Misión de Asistencia para la Remoción de Minas - Organización de los Estados Americanos (OEA)
Nicaragua (1993 – 1994)


Funciones

Asesoramiento y supervisión de desminado terrestre.

Sede

Managua, Nicaragua.

Participación de la Armada Argentina

Durante la guerra civil que asoló a Nicaragua en las últimas décadas, los bandos en pugna emplearon minas terrestres para lograr sus objetivos operativos, colocándolas en diversas áreas del país. En una primera instancia, los objetivos de las minas se centraron en blancos militares o relacionados con la seguridad territorial y en blancos de importancia económica (torres rurales de transmisión de energía eléctrica, puentes viales, plantas hidroeléctricas, etc.). Después, lo prolongado de la guerra y la alta movilidad de las operaciones generaron la búsqueda de blancos de menor importancia, agravando de esta manera las posibilidades de control de las minas.

Estadísticas no oficiales estimaban que uno de los bandos beligerantes había utilizado 120.000 minas y el otro 25.000. Estas cifras sumadas indicaban la gravedad de la situación para la economía del país y para el normal desarrollo de la vida cotidiana de los ciudadanos.

Para contribuir con la pacificación y reorganización de Nicaragua, la Organización de los Estados Americanos (OEA) —por intermedio de la Junta Interamericana de Defensa— promovió un programa de varias etapas para remover las minas. Este objetivo requería la organización de unidades que efectuaran las tareas de desminado, bajo la instrucción y el asesoramiento del personal de fuerzas armadas latinoamericanas con experiencia en guerra de minas. El centro de instrucción para el personal proveniente del Ejército Popular Sandinista fue organizado e instalado en Managua.

La etapa de remoción de minas fue la más lenta, no sólo porque la tarea en sí misma lo requiere, sino porque el ambiente tropical impone además restricciones climáticas. Los primeros objetivos tratados fueron aquellos relacionados con la distribución de la energía eléctrica (torres de alta tensión y plantas) y los viales (puentes y caminos).

La población civil valoró la presencia de personal especializado en desminado, dado que su vida comenzó a normalizarse, y de esa manera pudo contar con mayor cantidad de tierras libres para la agricultura.

En el marco de este problema, la Armada colaboró con personal especializado de la Infantería de Marina en el asesoramiento y supervisión de los trabajos de desminado. Éste fue el esfuerzo de la OEA y de los países participantes por brindar dar a la población civil nicaragüense una oportunidad para una vida mejor.

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