El organismo de Naciones Unidas financia proyectos por USD 95.4 millones en distintas regiones del país.

El jefe de Gabinete del Ministerio de Finanzas, Pablo Quirno, recibió este mediodía al presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert Houngbo, en su primera visita oficial a nuestro país. En la reunión, dialogaron sobre los programas que actualmente Argentina tiene en conjunto con el FIDA y sobre las posibles oportunidades de colaboración mutua.

En la actualidad hay tres proyectos en ejecución con una inversión total de USD 214,4 millones de los cuales USD 95,4 millones son financiados por el FIDA.

El primero de ellos es el Programa para el Desarrollo Rural (PRODERI), que prevé que las familias rurales vulnerables mejoren su calidad de vida e incrementen sus ingresos a través del aumento de la producción, la productividad, la inserción en cadenas de valor y la creación de oportunidades de empleo.

Por otro lado, el Programa de Inserción Económica de los Productores Familiares del Norte (PROCANOR) -cuyo convenio de financiación fue firmado en marzo de este año-, tiene como objetivo contribuir a mejorar la inserción de los pequeños productores en cadenas de valor en condiciones beneficiosas y sostenibles en las provincias de Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.

Por último, el Programa de Desarrollo de las Cadenas Caprinas (PRODECCA), cuyo acuerdo fue suscripto en abril de este año, tiene como objetivo promover la introducción de pequeños productores de cabras en los mercados, beneficiando a 8.000 familias en las provincias de Chaco, Formosa, Neuquén, Mendoza y Santiago del Estero. De esta manera, esta iniciativa impulsa la incorporación de grupos vulnerables de esa región. Además tendrá impacto indirecto en el desarrollo de los mercados de consumo de productos caprinos.

Desde 1988 el FIDA ha financiado ocho programas y proyectos de desarrollo rural en la Argentina por un monto total de USD 372,6 millones.

El FIDA es una institución financiera especializada de las Naciones Unidas, creada en 1978 e integrada por 176 países, que financia programas y proyectos innovadores de desarrollo rural en países en desarrollo.