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En busca de un parásito que afecta la producción de carne y leche

Investigadores del Centro Atómico Bariloche desarrollan una técnica diagnóstica basada en nanopartículas magnéticas funcionalizadas, lo que permitirá detectar la Fasciola hepática de forma más rápida, sensible y con menos falsos positivos.


En el Laboratorio de Resonancias Magnéticas del Centro Atómico Bariloche (CAB) se llevan a cabo innumerables y novedosas líneas de investigación. Una de ellas es el desarrollo de una técnica diagnóstica basada en nanopartículas magnéticas funcionalizadas que puede detectar en forma rápida y confiable la Fasciola hepática, una enfermedad producida por un parásito que afecta a las vacas y las ovejas.

La Fasciola hepática constituye una grave amenaza para la Patagonia argentina, ya que afecta la producción de leche y carne, así como también de lana. Los animales infectados pueden presentar anemia, debilidad, edemas, insuficiencia hepática y, en los casos más graves, puede producirles la muerte.

Debido a que el método diagnóstico que se utiliza actualmente para detectar este parásito es engorroso y procesar las muestras insume mucho tiempo, los científicos del CAB –junto con el grupo de Sanidad Animal del INTA Bariloche– se encuentran desarrollando una nueva técnica diagnóstica que, a través de la acción de nanopartículas magnéticas funcionalizadas con anticuerpos, puede separar los huevos de Fasciola hepática presente en la materia fecal del animal en forma rápida y eficiente. Además, podría hacerse en el campo.

Las nanopartículas de óxido de hierro –las cuales son desarrolladas y caracterizadas en el Laboratorio de Resonancias Magnéticas del CAB– son pequeñísimas estructuras del orden del nanómetro, es decir, una milmillonésima parte de un metro. Poseen dimensiones mucho menores a las de las células, los virus o el ADN, y por sus propiedades magnéticas son ideales para utilizarse en aplicaciones biomédicas.

“La idea de esta técnica es que las nanopartículas se unan al huevo del parásito, para luego, con un imán poder ser separados y concentrados a partir de muestras de materia fecal. Para ello, las nanopartículas deben estar funcionalizadas para reconocer el parásito, lo que se logra mediante la unión de un anticuerpo que reconoce el huevo de Fasciola hepática”, explica la doctora en bioquímica Mariana Raineri, que se encuentra realizando investigación bajo la dirección del doctor Roberto Zysler.

Una vez que el huevo Fasciola hepática es separado, se lo puede observar al microscopio en ausencia de interferentes presentes en la materia fecal de forma más específica y sensible, confirmando el diagnóstico de la enfermedad. Los especialistas del Laboratorio de Resonancias Magnéticas del CAB no descartan que, a futuro, este modelo podría utilizarse para detectar otros parásitos, incluso en la clínica humana.

Más información: https://www.youtube.com/watch?v=CizPkaDEX_Y

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