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Agroquímicos


El aumento en la demanda mundial de alimentos ha provocado una expansión de la actividad agrícola y con ella el incremento en la utilización intensiva de sustancias y productos químicos. En Argentina, estos productos son certificados y controlados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), un organismo público autónomo que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP).

Fertilizantes y nutrientes

A nivel mundial, el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados y fosforados puede conducir al deterioro y eutrofización de los cuerpos de agua superficiales, generando la reducción de ciertas especies de importancia para los sistemas acuáticos.

Para abordar esta problemática, Estados miembros de las Naciones Unidas, con el apoyo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), adoptaron en Sri Lanka el 24 de octubre de 2019, la Declaración de Colombo, a través de la cual llaman al mundo a reducir a la mitad el desperdicio de nitrógeno para el año 2030. Los firmantes reconocieron la urgencia de abordar la gestión del nitrógeno para cumplir los objetivos de biodiversidad y disminuir las zonas eutróficas que afectan a las industrias pesqueras y turísticas.

La Declaración de Colombo convoca a las agencias de la ONU, otras organizaciones internacionales, agencias de desarrollo, organizaciones académicas y de la sociedad civil para apoyar su implementación. Además, insta a los países a llevar a cabo una evaluación integral sobre el ciclo del nitrógeno que cubra la política, la implementación, la regulación y los aspectos científicos a nivel nacional, además de sensibilizar a los ciudadanos para que comprendan el ciclo natural del nitrógeno y la forma en que las actividades humanas alteran su equilibrio.

Además de fertilizantes, dentro de los productos químicos de uso agrícola se incluyen a los plaguicidas tales como los herbicidas, insecticidas, acaricidas, termiticidas, nematicidas, molusquicidas, rodenticidas y fungicidas, que son ampliamente utilizados en la agricultura para la eliminación de las plagas que afectan a los cultivos. De todos éstos, los herbicidas son los plaguicidas que más se utilizan. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la producción de alimentos para abastecer al mundo deberá incrementarse aproximadamente un 60 % entre 2005 y 2050. Esta demanda dará lugar a un importante crecimiento del mercado de los agroquímicos a nivel mundial. Sin embargo, la creciente tendencia de la agricultura orgánica y de la agroecología, como consecuencia de la demanda de la población por un ambiente más saludable podría generar el cambio necesario y evitar así el crecimiento pronosticado.

Plaguicidas y otros productos de uso agrícola

En Argentina, los agroquímicos se encuentran registrados en el marco del Registro Nacional de Terapéutica Vegetal administrado por el SENASA. Existen más de 400 principios activos registrados que se utilizan para formular los productos químicos de uso agrícola. Algunos de ellos son producidos en el país, mientras que otros son importados y luego formulados para su uso.

Si bien los agroquímicos han ayudado a aumentar significativamente la producción de alimentos, existen evidencias de que el uso excesivo e inadecuado de los mismos puede causar impactos adversos a los suelos, los ecosistemas, la salud animal y de las personas. Entre los efectos adversos a la salud de los seres vivos se pueden mencionar: trastornos fisiológicos, comportamentales y reproductivos, intoxicaciones, entre otros, que suponen también una amenaza a la biodiversidad.

En particular, el uso inadecuado de ciertos plaguicidas en forma de cebos tóxicos constituye una práctica ilegal que afecta fundamentalmente a especies amenazadas y en peligro de extinción.

Resulta pertinente destacar que Argentina es parte de ciertos Acuerdos Multilaterales Ambientales, tales como el Convenio de Estocolmo y el Convenio de Rotterdam, que buscan mitigar el impacto a la salud y al ambiente de productos químicos peligrosos, estableciendo mecanismos de control, herramientas para el intercambio de información e incluso restricciones y prohibiciones de alcance global.

El MAyDS, a través de la Dirección Nacional de Sustancias y Productos Químicos y asistido por el Programa Especial para el fortalecimiento de las capacidades nacionales para el manejo ambiental de químicos y desechos, desarrolló una serie de informes técnicos de ciertos agroquímicos que por su amplio uso en el ámbito agropecuario y su elevada peligrosidad han despertado la preocupación de científicos y ciudadanos, y han sido sujeto de evaluación en el marco de los Convenios de Rotterdam y Estocolmo. Estos estudios, fueron elaborados por miembros de la comunidad científica y se encuentran disponibles para su lectura y descarga:


Descargas

Informe Técnico-científico sobre los usos e impactos del insecticida CLORPIRIFOS en Argentina (3.6 Mb)

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Informe técnico-científico sobre el uso e impactos del herbicida ATRAZINA en Argentina (4.9 Mb)

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PARAQUAT - Efectos sobre la biota e impactos en a salud humana (5.5 Mb)

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Informe técnico-científico sobre el uso e impactos del herbicida ACETOCLOR en Argentina (4.7 Mb)

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