Recomendaciones para después de una erupción volcánica
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Si sufrís de bronquitis crónica, enfisema o asma, permanece dentro de tu casa y evita exposiciones innecesarias.
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No conduzcas a menos que sea absolutamente necesario. Si lo haces, que sea a muy baja velocidad, para evitar levantar la ceniza.
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Humedece las cenizas antes de limpiarlas, para evitar que el viento las levante. No empapes la ceniza con agua, solo rociala levemente
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Humedece las cenizas caídas en patios y calles para reducir su suspensión, moderando el uso del agua.
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Coordiná las tareas de limpieza con tus vecinos para evitar que lo que uno limpia, no ensucie al otro.
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Evita barrer las cenizas secas, usa paños o trapos mojados para limpiar los pisos, o una aspiradora.
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Usá una pala para retirar volúmenes espesos de cenizas (de más de 1 cm) y escoba rígida para limpiar cantidades menores.
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Recogé la ceniza y amontonala en un solo lugar. Juntala en bolsas de plástico reforzadas.
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Separá la ceniza volcánica de la basura normal.
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Mantené los techos libres de acumulación de ceniza. La mayoría no soportan más de 10 cm. de cenizas mojadas.
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Extremá las precauciones al limpiar escaleras y techos ya que las cenizas hacen el piso muy resbaloso y podés sufrir un accidente.
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Limpia los sistemas de canaletas, desagües y bocas de tormenta.
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Una vez terminada la limpieza, sacudí bien los zapatos antes de entrar a la casa y quitate la ropa usada afuera.
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Asegura una buena ventilación abriendo todas las ventanas y puertas antes de iniciar la limpieza del interior de tu hogar.
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Limpia los aparatos electrónicos usando aspiradora o aire comprimido.