¿Qué son y cómo funcionan las alertas frente a la actividad de un volcán?
Frente a la ocurrencia de actividad volcánica, existen dos tipos de alertas. Por un lado, están las emitidas por el Sistema de Protección Civil, es decir, aquellas que tienen relación con el manejo del riesgo que reviste una actividad volcánica para las personas. Estas son emitidas por la autoridad de protección civil.
Por otro lado, están los Niveles de Alerta Volcánica (o “alertas técnicas”) que clasifican la actividad del volcán en función de los resultados del análisis de la información obtenida a partir de la red de Vigilancia Volcánica y que son emitidas por los observatorios volcanológicos. En Argentina el monitoreo volcánico se encuentra a cargo del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), mientras que los pronósticos de dispersión de ceniza volcánica en la atmosfera se llevan adelante a través del Centro de Aviso de Cenizas Volcánicas Buenos Aires (VAAC Bs As) dependiente del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Ambos sistemas apuntan a entregar -tanto a autoridades, a los organismos que forman parte del SINAGIR y a la comunidad en general-, información precisa sobre el estado de actividad volcánica y los pronósticos de proceso eruptivos, contribuyendo de esta manera a salvaguardar la seguridad de las comunidades cercanas a los volcanes.
Para más información sobre las alertas de actividad volcánica y los pronósticos de dispersión de ceniza en atmosfera, visita los siguientes sitios web:
¿Puede haber distintos tipos de alertas vinculadas a un mismo volcán?
Sí. Por ejemplo, frente a un volcán en erupción que está ubicado lejos de centros poblados, que no reviste riesgo para las personas y que no generará daños en infraestructura. En estos casos, el observatorio volcanológico puede emitir una alerta técnica roja, mientras que la autoridad de protección civil puede emitir una alerta temprana preventiva o una alerta amarilla para la provincia o región en donde se encuentra el volcán, reforzando el Sistema de Protección Civil.
Del mismo modo, un volcán con actividad puede estar en alerta técnica naranja por el observatorio volcanológico, y protección civil puede declarar alerta amarilla. Esto implica el refuerzo del monitoreo técnico sobre el comportamiento del volcán, la aplicación de los planes de emergencia en las fases correspondientes al alistamiento y la puesta a disposición de los recursos del Sistema de Protección Civil para prevenir y/o controlar eventuales situaciones derivadas de este fenómeno natural.
A su vez, un volcán puede estar en alerta técnica naranja y las autoridades de protección civil pueden declarar alerta amarilla para ciertas poblaciones y alerta naranja para otras. Esto dependerá del grado de exposición que tengan esas poblaciones a los productos volcánicos y a fin de activar los planes de emergencia adecuados a cada situación.