Presidencia de la Nación

Ejes de acción


Por lo expuesto, y considerando las características de la criminalidad organizada en nuestro país proponemos 10 ejes de acción que estructuran la política de seguridad democrática que llevamos a cabo.

1) Desarticular la vinculación entre el crimen organizado y la violencia territorial

Uno de los ejes centrales de este programa refuerza la intervención de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales en los territorios, utilizando inteligentemente recursos operativos e investigativos para desarticular la penetración de grandes organizaciones en ámbitos comunitarios.

2) Reducir la capacidad de desarrollo de la economía de los criminales. Recuperación y reutilización de sus bienes y ganancias

Nuestro plan tiene como objetivo principal descubrir el movimiento de los capitales originados en el delito complejo para alcanzar a los mayores responsables del mismo. Junto con ello, el plan procura incautar el dinero y los bienes obtenidos por las organizaciones criminales y reutilizarlas por el Estado Nacional para recuperar los costos implicados en la investigación y neutralización de los delitos y sus perpetradores.

3) Incrementar los controles por aire, tierra y agua en las fronteras

Se debe continuar con el proceso de radarización de las fronteras y, además, aumentar la capacidad policial para controlar el movimiento portuario. Es necesario controlar el ingreso y/o circulación de mercadería ilegal y, al mismo tiempo, evitar la salida de productos nacionales de forma clandestina.

Paralelamente, es fundamental ejercer mayor control operativo en las vías que unen las zonas de fronteras con los centros urbanos en donde se encuentran los mercados ilegales más rentables.

4) Profesionalizar y modernizar a las fuerzas para prevenir y conjurar el delito complejo en el siglo XXI

Especializar a las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales en investigación compleja y dotarlas de los recursos técnicos y humanos formados, entrenados y reentrenados en el tratamiento de las nuevas modalidades delictuales de acuerdo al paradigma de derechos y de la protección de las y los funcionarios de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales.

Es necesario mejorar las capacidades investigativas de las fuerzas de seguridad para que se especialicen en la investigación de los delitos complejos, los cuales, también, adquieren nuevas modalidades y recursos tecnológicos.

En el caso del ciberdelito, además, resulta prioritaria la inversión en tecnología acorde a la investigación. Las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales deben contar con la capacidad de analizar y sistematizar grandes volúmenes de información y de garantizar la preservación de prueba judicial, así como la destrucción de los materiales que no sean considerados elementos de prueba.

De esta manera se podrá profesionalizar la capacidad de actuación de las fuerzas federales en materia de prevención del delito y como brazo auxiliar de la justicia en las investigaciones del delito complejo y del crimen organizado.

5) Coordinar la actuación entre las diferentes agencias del Estado Nacional y las 24 jurisdicciones del país

El Estado podrá desarmar el corazón del crimen organizado solamente si trabaja de manera coordinada. Es necesario generar y fortalecer los ámbitos interinstitucionales para que el delito complejo sea neutralizado en las diferentes jurisdicciones que conforman nuestro país.

6) Dinamizar y acelerar las tareas investigativas en articulación con el Poder Judicial y los Ministerios Públicos. Consolidar el paradigma procesal de tipo acusatorio y la utilización de técnicas de investigación acordes al mismo

Este Plan Federal está diseñado para avanzar coordinadamente con las agendas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y del Congreso de la Nación en la instrumentación del nuevo Código Procesal Penal Federal, el cual dota al sistema de justicia de herramientas ágiles de neutralización del ejercicio criminal. Por nuestra parte, es crucial capacitar a las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales en las nuevas prácticas y fortalecer la aplicación de técnicas especiales de investigación que permitan desarticular y neutralizar a las organizaciones delictivas.

7) Cooperar y trabajar con los organismos internacionales que promueven políticas de seguridad en la región

Llevamos a cabo una significativa vinculación con las agencias policiales internacionales (a nivel regional y extra-regional), que brindan herramientas, información y recursos para trabajar contra la criminalidad organizada a nivel transnacional y el delito grave con una mirada regional y global. Es fundamental profundizar estos vínculos con las organizaciones regionales e internacionales de prevención y neutralización del delito complejo pues poseen instrumentos y conocimientos relevantes sobre las formas de transnacionalización del delito. Por ello, es clave contar con un diagnóstico y un plan de acción común con nuestros vecinos regionales. Los acuerdos del Mercosur sumados a los tratados internacionales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas (ONU) posibilitan consolidar el trabajo de Interpol, Ameripol y los vínculos, entre otros, con Europol.

8) Impulsar los cambios normativos que acompañen las definiciones de política criminal enunciadas en este Plan Estratégico

Para desarrollar una política de seguridad efectiva deben ser impulsadas modificaciones legales, tanto procesales como de fondo, a fin de generar un mejor sistema de trabajo contra la criminalidad organizada. Es importante que el país encare una adecuación sobre la tipificación penal a las dinámicas contemporáneas del delito. Las transformaciones que se registran hoy en torno a nuevas tipologías de delitos requieren instrumentos que, por un lado, protejan los derechos de la población y, simultáneamente, posibiliten el ejercicio de investigaciones policiales capaces de disuadir, prevenir y responder ante la comisión de delitos.

9) Fortalecer las capacidades de producción de inteligencia criminal para enfrentar los desafíos de seguridad que representan el narcotráfico y otros delitos complejos

Frente a la creciente complejidad en el accionar de los grupos criminales es necesario fortalecer las capacidades de detección, alerta y anticipación del Subsistema de Inteligencia Criminal (SICRI). Este desarrollo permitirá orientar de manera más eficiente las estrategias y los recursos de seguridad desplegados para afrontar el delito organizado.

10) Transparentar las políticas de seguridad y su articulación con la sociedad civil

Es imprescindible desarrollar herramientas e instancias de gestión que permitan evaluar si los objetivos aquí propuestos han sido alcanzados, cómo pueden ser mejorados, actualizados y modernizados. Para ello, además de los mecanismos de transparencia, es fundamental promover espacios de participación de la sociedad civil que sirvan como nexo entre las tareas securitarias y los organismos de protección y promoción de los derechos humanos en Argentina. A su vez, es fundamental que, dentro de aquello que no sea susceptible de ser definido como información confidencial o secreto de Estado, se promueva el derecho al acceso a la información pública. En fin, es necesario consolidar la matriz que entiende a la seguridad como un derecho de las personas que habitan el suelo argentino y una obligación de parte del Estado.

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