Mariano Borinsky es integrante de la Cámara Federal de Casación Penal y también presidió la Comisión encargada de elaborar el anteproyecto de reforma integral del Código Penal de la Nación, cuya estructura actual está vigente desde 1921. El camarista señaló que se buscó lograr una iniciativa librada de “ideologías” y que responda a los intereses de la sociedad.

-¿Cómo fue el trabajo de la comisión que presidió?

-En primer lugar, pudimos terminar nuestra tarea, y eso es un valor en sí mismo. La Comisión empezó su trabajo con el decreto 103, se constituyó y tenía que hacer un nuevo Código Penal. Debía sistematizar las casi 900 reformas parciales y leyes especiales y tener en cuenta lo que trabajaron las 17 comisiones anteriores y la jurisprudencia de la Corte Suprema. Para ello, escuchamos opiniones de distintos ámbitos: academia, universidades, provincias, ONG, especialistas, a todos los ministerios. Fue una comisión amplia, de doce personas. Cada tema fue deliberado en más de 70 reuniones plenarias, nos reunimos todas las semanas. Fue una discusión amplia y permanente. Si queda algún detalle se ajustará en el Congreso.

El anteproyecto se elevó, vía Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, al presidente Mauricio Macri, que pronto lo enviará al Congreso. Esto también es un valor, porque las comisiones anteriores no habían logrado ese paso al Parlamento.

-Ya con el anteproyecto redactado, ¿cuáles considera que son los puntos más destacables y qué va a ser incorporado al nuevo Código Penal?

-El proyecto de reforma integral del Código Penal quedó en 540 artículos. El actual tiene 315, más las 900 reformas parciales y leyes especiales y la jurisprudencia de la Corte Suprema. Desde el punto de vista del pragmatismo podemos decir: trabajo concluido. Los principales puntos son: corrupción, narcotráfico, inseguridad, responsabilidad empresarial, delitos contra la comunidad internacional y nuevos delitos. Esa es la síntesis.

Una aclaración: al incorporar las leyes especiales al Código hay todo un nuevo catálogo de delitos. Se incorpora lo nuevo, se deroga lo viejo, y hay que buscar un equilibrio entre las penas, para que tengan proporcionalidad. Ahí advertimos que en narcotráfico y en corrupción estaban atrasadas, por bajas. Porque estaban en el Código desde 1921.

Borinsky detalló los principales cambios referidos a algunos de los delitos que contempla el Código Penal y otros que se suman:

• “Incorporamos el decomiso anticipado, es decir, la posibilidad de recuperar los activos desde el comienzo del proceso penal. En la medida en que se den determinadas circunstancias: admisión de la procedencia ilícita, posible prescripción o peligro de fuga, que son algunos de los supuestos”.
• “Sobre el narcotráfico, se decidió incorporar las organizaciones internacionales dedicadas a este delito. En 1921 no se pensaba en el delito transnacional, entonces incorporar este tipo de delito vía narcotráfico es una forma, pero también lo hicimos vía terrorismo y su financiamiento, que no estaban incorporados”.
• “Responsabilidad empresarial: se incorporó la figura de soborno entre privados y se incorpora la responsabilidad penal de las personas jurídicas en todos los delitos”.
• “Nuevas modalidades delictivas: ciberdelitos como daños informáticos, phishing, apropiación de información, grooming. Todos los delitos informáticos o que se cometen a través de estos medios”.
• “Se incorporaron delitos contra el ambiente”.
• “Delitos contra la comunidad internacional: estaban en el bloque constitucional, pero no en el Código Penal. Lesa humanidad, genocidio, desaparición forzada de personas”.

El rol de la víctima

-¿Qué sucede con la parte general del texto?

-En la parte general también hubo que hacer una serie de ajustes, manteniendo la estructura, pero efectuando aquellos ajustes necesarios, básicamente orientados a lograr una aplicación efectiva de la ley penal. Sobre todo, para los delitos graves, los cuales no tienen derecho a la libertad condicional y deben cumplir íntegramente la pena.

-También se sumó un rol más activo de la víctima en el proceso penal.

-Sí, se suma la intervención de la víctima. Ahora tendrá un espacio que antes no existía. En el Código Penal, pero también en el Procesal Penal. La suspensión del juicio a prueba va a ser por acuerdo, con la intervención del fiscal y de la víctima.

-¿Habrá sanciones alternativas para los delitos menos graves?

-Sí, hablamos de la aplicación efectiva de la ley penal no sólo para los casos graves, sino también para los menos graves. Sabemos que no es posible ampliar el número de detenidos que ya posee el Servicio Penitenciario. Pero en las penas menores a tres años habrá sanciones alternativas: prisiones domiciliarias, tareas comunitarias. Se logra una pena de aplicación efectiva también en los casos con penas inferiores a tres años.

-¿Qué pasará con las penas que consisten en el pago de multas?

-Las sanciones pecuniarias deben tener un verdadero sentido económico y de actualización permanente. Hoy en día sigue habiendo, en algunas leyes, multas en australes. Y el objetivo es que ahora tengan un coeficiente, que va a ser el valor de la queja ante la Corte Suprema, y que sean establecidas en días multa, como se hace en Alemania.

-Esto en la parte general. ¿Cómo quedó la parte especial del Código?

-En la parte especial se mantienen los delitos que ya existen y se incorporan los nuevos capítulos. Porque queremos generar facilidad en el trabajo operativo a los actores del Derecho Penal, que saben que el artículo 79 es el homicidio y que el 165 es la muerte en ocasión de robo. Es decir, queremos mantener la estructura como está actualmente e incorporamos, a continuación, todos los nuevos capítulos: terrorismo, narcotráfico, fiscales aduaneros y cambiarios, militares.

-¿Qué otras delitos se incorporaron?

-Los delitos de tráfico y permanencia ilegal de migrantes. Los delitos contra la dignidad y la libertad de trabajo. Se incorpora por primera vez en el Código Penal la figura del acoso laboral, el mobbing. El tráfico de órganos, los delitos genéticos. Delitos contra el patrimonio y los bienes culturales. Delitos en el ámbito del deporte. Delitos informáticos y de propiedad intelectual.

-Y se suma un tercer libro.

-Sí, que es sobre lesa humanidad, genocidio y desaparición forzada de personas. Esa va a ser la estructura del nuevo Código Penal argentino.

El sistema acusatorio

-Con relación al sistema acusatorio: si bien es más relativo del orden procesal, ¿cómo colabora el anteproyecto con el paso a este sistema de forma plena?

-El Código Penal, en determinados institutos, por ejemplo la suspensión del juicio a prueba, le da mayor espacio al fiscal. Por eso está abonando precisamente el tránsito hacia un sistema acusatorio. Porque la suspensión del juicio a prueba va a tener que ser por un acuerdo, como también sucede con el colaborador eficaz. También va a tener que ser por un acuerdo con el fiscal. El que decide cuando se impulsa la acción penal, o no, es el fiscal.

-Y con respecto a los delitos de peligro abstracto, considerando que es una discusión de la doctrina penal, ¿cómo se resolvió en el marco del debate?

-La discusión no se dio desde un punto de vista académico en abstracto, sino que se dio en concreto en determinadas situaciones. No es que la Comisión dijo “vamos a tratar los delitos de peligro abstracto”. En determinados ámbitos, como por ejemplo inseguridad, portación ilegal de armas de uso civil sin autorización, se dijo: “Acá es necesario tipificar estas conductas porque son la antesala de otras más peligrosas”, y esto está demostrado estadísticamente. Los casos de homicidio, de robo en los que se producen muertes que son con armas. Sancionando estos delitos de peligro podemos mejorar la situación de los delitos contra la propiedad. Entonces, en ese caso en particular, dijimos: “Es necesario tener escalas penales adecuadas para este tipo de delitos”.

-¿Algo parecido sucedió con el debate por los siniestros viales?

-Claro, una discusión similar se dio en el caso de seguridad vial. Las estadísticas nos muestran que en tragedias viales se va un porcentaje altísimo de las muertes que se producen en el ámbito nacional. ¿Qué hacemos? Tipificamos las conductas cuando se produce la muerte de una persona en los casos en los cuales el que está manejando va en exceso de velocidad o bajo el efecto de estupefacientes o del alcohol. Un profesor español, Jesús María Silva Sánchez, nos contó que en España, sancionando las conductas peligrosas de quienes conducen, aunque no se produzca la muerte, bajaron los índices de siniestros. Tomamos la experiencia de otros países y tipificamos estos delitos de conducta. No es que discutimos en general los delitos de peligro. En estos dos casos no dijimos “vamos a tipificar conductas de peligro”.

Igualdad ante la ley

-¿Cómo evalúa que puede llegar a darse el debate parlamentario?

-Hemos tenido conversaciones y reuniones con los jefes de bloque del Senado y con 25 diputados de todo el arco político. Venimos en un diálogo que es esperanzador, en el sentido del alto nivel de consenso que puede haber en el Congreso. Porque el objetivo es un Código Penal ágil, moderno, que sea un espejo de los intereses de la sociedad y no un Código de laboratorio. Un código posible. Tengo una visión positiva. Si hay que hacer ajustes en el marco del Congreso, se llevarán a cabo.

-¿El Código fue pensado para que no tuviera modificaciones en el corto plazo?

-Sí. No queremos que sea un Código de este gobierno, del anterior o del que viene. Queremos que exceda la coyuntura. Obviamente estamos desactualizados. Todos pensamos que hay que modificar el Código de forma integral y que no debe ser un cambio coyuntural o puntual, sino uno que perdure en el tiempo.

-¿Qué rescata como balance?

-Un punto que me parece fundamental es la igualdad ante la Ley, que fue uno de los objetivos que tuvo la Comisión. Vamos a pasar de un Código Penal que estaba centrado en cierto sector, el que cometía determinados tipos de delitos, a un nuevo Código que busca la igualdad en el universo de delito.