Presidencia de la Nación

A mediados de febrero de 2015, en la provincia de Chubut comenzaron a desatarse diferentes focos de incendios distribuidos en diversos sectores del bosque andino-patagónico, sin poder controlarlos y cuando ya se habían consumido más de 34 mil hectáreas, el gobierno provincial declaró la «emergencia climática» ante el siniestro que afectaba a las localidades de Cholila y El Turbio.
Ante esta catástrofe, la Armada Argentina desplegó expertos en control del fuego para ayudar a mitigar el mismo: 75 brigadistas pertenecientes a distintas unidades de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF) y del Batallón de Infantería de Marina N° 2 (BIM2), efectuando tareas de control del fuego en la zona de Cholila (Chubut), ubicada a 1.200 kilómetros al sudoeste de Puerto Belgrano y 200 al sur de Bariloche.

Los focos de incendio desatados en el bosque andino-patagónico comprometieron especies de cipreses, ñires, coihues, radales, alerces, arrayanes y vegetación arbustiva, además de afectar profundamente a la fauna silvestre del lugar. Trabajaron bomberos y brigadistas de varias provincias del país, además de personal de las Fuerzas Armadas, helicópteros y aviones hidrantes.
La manera de organizar el trabajo fue mediante una primera línea encargada de atacar el fuego –compuesta por los bomberos y brigadistas más experimentados– y una segunda línea –donde se encontraban los Infantes de Marina– encargados del enfriamiento de la zona, apagando los pequeños focos de fuego que quedaron prendidos y realizando una guardia de cenizas.

Los Infantes de Marina trabajaron en zonas de difícil acceso, donde se llegaba sólo con helicópteros, lo que demandó un gran esfuerzo físico. Esta tarea de la Infantería de Marina es parte de la contribución que hace la Armada en apoyo a la comunidad, una tarea complementaria de la fuerza, pero en ese momento y cuando se necesita, prioritaria.
El personal que integra el contingente de la Armada Argentina es capacitado anualmente para combatir incendios forestales mediante el Plan Nacional de Manejo del Fuego.

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