El viernes 4 de agosto fue la inauguración de la muestra RUXAN Joyas de nuestra tierra. Encabezaron el evento de apertura el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, la presidenta del Fondo Nacional de las Artes, Diana Saiegh, el curador de la exposición Oscar Sarhan, varios de los artistas participantes en la exhibición y un nutrido público que acompañó la propuesta.

“Esta muestra reúne todo lo que es patrimonio, lo que es cultura, lo que es federal que es el sentido y principal premisa de nuestro trabajo en el Fondo Nacional de las Artes”, subrayó su presidenta, Diana Saiegh.

A su turno, el ministro de Cultura se dirigió a los artistas “Gracias a ustedes por compartir su arte, su cultura. Ahí están los ancestros, ahí está nuestro pasado, pero también está nuestro presente y nuestro futuro. Creemos profundamente en el concepto de diversidad cultural. Gracias de corazón a cada uno de los y las artistas”.

La tejedora Sol Carilao y los orfebres Cristina Jara, Gustavo Nawel y Daniela Vivanco explicaron con mucho detalle cómo aprendieron el oficio, cómo trabajan sus piezas siguiendo técnicas ancestrales y qué elementos contemporáneos incorporan para generar un concepto nuevo marcado, precisamente, por el encuentro entre lo tradicional y lo contemporáneo, que forma parte de una identidad común a todos los argentinos.

La ceramista Fabiola Lefiman, eligió otro modo de hablar de sus piezas: ubicada en el centro de la sala, delante de una escultura de alpaca de gran tamaño de Gustavo Nawel que representa un pectoral mapuche, y en medio de un círculo de ramas y hojas secas, desarrolló una performance en la que puso en juego leyendas mapuches y música para dar cuenta del proceso por el cual el barro se convierte en pieza.

Ruxan, el término que da título a la muestra, proviene de la lengua mapuche. Significa plata, resplandor, luminosidad, brillo. Así, desde su nombre, plantea el sentido metafórico de “joya”: los lenguajes presentes en las piezas —la cerámica, la orfebrería, el tejido y el arte lítico— brillan en esa sola palabra.

“Esta exposición contribuye a conocer más el universo mapuche: las grandes reuniones, sus ceremonias y reflexiones, el respeto en las formas, el diálogo y los peumas (sueños) con quienes habitan este territorio desde tiempos prehispánicos”, explicó Sarhan y, tal vez, esas reuniones de las que habla se replicaron en la sala donde —sin que nadie lo proponga— el público se fue acomodando en una ronda que favoreció el diálogo y, sobre todo, la escucha.

Quien visite la muestra (jueves a domingos de 14 a 19, en Rufino de Elizalde 2831, con entrada libre), tendrá la oportunidad de apreciar la excelencia de las obras que integran el recorrido: ponchos tejidos en telar, de colores y dibujos variados, mantas, fajas, pectorales, piezas de alfarería y joyería, flechas y clavas talladas en obsidiana, en una disposición que retoma elementos significativos para la cosmovisión mapuche.

“Los invito a sumarse al afafan, nuestro grito ancestral mapuche para celebrar la inauguración de esta muestra”, así cerró su visita guiada el artista neuquino Gustavo Nawel, uno de los siete que participan de la exposición colectiva RUXAN Joyas de nuestra tierra que, hasta el 10 de septiembre puede visitarse en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes.