Erpen expuso los casos de Techo y Sumatoria, y próximamente la emisión de ProMujer, como un modo de hacer realidad la tracción de los recursos privados hacia esos sectores que ven restringidas sus posibilidades de financiamiento.
También remarcó la importancia de que ese financiamiento pueda inscribirse en las buenas prácticas que buscan valorar el impacto social y ambiental de las emisiones y las inversiones.
El panel estuvo integrado además por Constanza Connolly, co-fundadora Keidos y miembro Grupo Inversión Impacto Argentina; Eugenia Concina Haín, de Fundación Alimentaris; María Martha Nadeo, gerente general San Cristóbal Caja Mutual; Nico Xanthopoulos, Co-fundador de Asociación Civil Sumatoria; Patricia Gatti y María Eugenia Fraga, de Banca Etica Latinoamericana.
Xanthopoulos contó el caso Sumatoria, que está a punto de salir al mercado con su tercera emisión, y dijo "lo que parecía imposible hace dos años lo estamos consiguiendo con una escala cada vez mayor".
Erpen destacó el interés de los inversores institucionales en este tipo de emisiones, el apoyo de toda la cadena de valor -desde entidades de garantía hasta asesores legales, calificadores, colocadores- que trabajan probono o con mínimos costos de transacción para hacer posible el arranque de este nuevo mercado de bonos sostenibles para actores no convencionales.
Señaló además la necesidad de acompañar a estos potenciales emisores para que puedan sumarse al mercado de capitales ya que existe una sobredemanda y fondos disponibles para financiar proyectos con impacto. Y adelantó que se están evaluando cinco nuevos potenciales casos, en el marco del laboratorio CNV-PNUD que apunta a trabajar coordinadamente para concretar casos exitosos.
El evento reunió a los actores comprometidos en acelerar las nuevas economías en el país y en impulsar las mejores soluciones a las problemáticas sociales y ambientales más urgentes para compartir conocimientos e inspirar a través de casos innovadores.
Con el propósito de avanzar en una transformación que aporte soluciones fueron invitados representantes del sector público, las universidades, organizaciones civiles y el empresariado.
La organización sin fines de lucro Sistema B trabaja para construir un sistema económico inclusivo, equitativo y regenerativo para todas las personas y el planeta. Está cumpliendo 10 años, con presencia en más de 18 países de Latinoamérica y 5500 empresas B en el mundo, 900 de las cuales están en la región.