La sanción de la Liga de Buenos Aires al Cañuelas Fútbol Club por incluir una niña en el equipo masculino de fútbol infantil atenta contra el derecho de las infancias a practicar deportes, el cual debe primar por sobre cualquier tecnicismo reglamentario que se pueda esgrimir.

Llama la atención además la celeridad y severidad de la sanción: en el contexto de un fútbol infantil donde cada fin de semana se perciben violencias que no reciben sanción alguna, la medida tomada contra Cañuelas FC suena más a un acto de disciplinamiento y un mensaje aleccionador para que otros no sigan el mismo camino de la inclusión.

Asimismo, consideramos que este escenario va en contra del Art. 3 del Estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino, el cual establece con claridad que:

“La discriminación de cualquier tipo contra un país, un individuo o un grupo de personas por cuestiones de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, sexo, discapacidad, lengua, religión, posicionamiento político o de cualquier otra índole, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o procedencia, orientación sexual o cualquier otra razón está terminantemente prohibida y es sancionable con las medidas disciplinarias que correspondan de acuerdo con este estatuto… La AFA tiene el firme compromiso de respetar los derechos humanos reconocidos por la comunidad internacional y se esforzará por garantizar el respeto de estos derechos…”

Estos artículos no deben ser letra muerta, incluidos simplemente para estar a tono de los tiempos que corren, sino que se debe trabajar con esfuerzo para que se materialicen en medidas concretas que permitan el acceso a derechos en un marco igualitario para todas las personas que deseen practicar deportes.

Recordemos, además, que se trata de una liga no profesional y de una categoría de menores, donde al respecto la FIFA afirma, a través de su proyecto “Grassroots: Para niños”:

“Permitir que chicos y chicas jueguen juntos es una forma de fomentar una mayor tolerancia y respeto mutuo. Al jugar con los chicos, las chicas se crean una imagen propia más positiva, aprenden a confiar en sí mismas y son más conscientes de su habilidad (…) siempre que sea posible y al mismo tiempo se tengan en cuenta y se respeten la estructura de las diversas sociedades y las posibilidades culturales y educativas, permitir el sistema mixto en el fútbol, al menos hasta los 12 años, contribuirá enormemente al desarrollo del fútbol…”

En este sentido, desde el INADI apoyamos y acompañamos la postura asumida por Cañuelas Fútbol Club que luego de la sanción recibida defendió la inclusión de Paula e incluso incorporó otra niña más al equipo, mostrando el compromiso de garantizar el acceso al deporte de las niñas, en tanto se trata de un derecho humano, declarado así por la ONU y consagrado por la Ley Argentina del Deporte.

Resaltamos también la importancia de la conformación de comisiones de género y derechos humanos en los clubes, que asuman y cristalicen ese compromiso imprescindible para concretar el derecho al deporte para mujeres y LGTBI+, más aún durante la niñez.

Por todo esto, convocamos a todas las dirigencias a revisar las posiciones asumidas y las normativas vigentes, y a llevar adelante instancias de diálogo y articulación, entendiendo que erradicar la discriminación en el fútbol y en el deporte argentino es una tarea que atañe a múltiples actores y que solo podremos alcanzar si aunamos esfuerzos y cada parte asume la responsabilidad y compromiso que le corresponde. Confiamos en que así será.