Presidencia de la Nación

Ejercicio Integrador AUKAN

Se desarrolló en las instalaciones del Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados 1 Chamical y fue organizado por la Dirección General de Investigación y Desarrollo


Con el objetivo de integrar de manera conjunta aviones tripulados y sistemas aéreos no tripulados, para comprobar la capacidad de búsqueda de Sistemas Aéreos Militares Remotamente Piloteados (SAMIRP) en operaciones de Búsqueda y Salvamento, el martes 24 de noviembre se realizó en el Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados (CELPA) 1 Chamical el Ejercicio Integrador Aukan.

Este proyecto, que viene gestándose desde el mes de abril y fue postergando su concreción debido al contexto de pandemia, fue organizado por la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGIyD), a cargo del brigadier César Cunietti, organismo que aportó los medios no tripulados.

“Realizar este ejercicio significa compendiar distintas capacidades de la Fuerza Aérea Argentina para adiestrarnos en una tarea que es muy importante dentro del esquema de operaciones: la búsqueda y salvamento”, explica el brigadier y sigue: “Este punto es algo muy importante dentro de lo que es el adiestramiento de las capacidades que, posteriormente, la Fuerza Aérea puede poner a disposición del instrumento militar de la Nación (…) brindándose mayor seguridad a las operaciones aéreas en todo el territorio nacional”.

Como su nombre lo indica, su importancia radica en la integración de distintos medios, trabajando en forma coordinada en un determinado ambiente operativo. “Por primera vez en la historia de la Fuerza Aérea Argentina se integra un medio no tripulado operando con medios tripulados. Esto nunca se hizo e incluso no hay establecida hasta el momento una doctrina de empleo, por lo tanto, es el puntapié inicial para empezar a trabajar y ver cómo en un futuro vamos a operar en forma conjunta (…). Esto es realmente un hito histórico para nuestra Institución”, asegura el comodoro Alfredo Di Mascio, subdirector general de Investigación y Desarrollo.

Una simulación exitosa

El concepto de la operación implicó un ataque simulado de un avión A4-AR a un objetivo material. Al sufrir una avería la aeronave, el piloto debió eyectarse e informar su situación a la Dirección del Ejercicio que activó una celda de Búsqueda y Salvamento.

Toda información recibida fue direccionada al Centro de Operaciones Aeroespaciales (COAe) Merlo y, en coordinación estrecha con el Centro de Información y Control (CIC) móvil localizado en Chamical, La Rioja, se comenzó con dicho proceso: despegó una aeronave no tripulada, el Aukan, que realizó un patrón de búsqueda sobre la última posición informada por el piloto hasta que detectó la posición exacta a través de coordenadas geográficas transmitida al CIC y, a su vez, retransmitida al COAe, organismo que autorizó el despegue del helicóptero Bell 412 EP que navegó hasta esa posición, extrajo al piloto de la zona de eyección y lo trasladó hasta la Base de Operaciones.

“Básicamente, se buscó desarrollar estas capacidades en breves minutos, que es el tiempo disponible en el tiempo real de la operación aérea, para asegurar el rescate de un tripulante eyectado y la posterior supervivencia”, agrega el brigadier.

Como explica el director general de Investigación y Desarrollo, esta integración -que es algo que en muchas fuerzas aéreas del mundo ya se está llevando a cabo- demanda un proceso que generalmente es largo y complejo, con lo cual es un nuevo logro que la Fuerza Aérea Argentina está satisfecha de alcanzar.

“Esto nos permite, con legítimo orgullo, decir que estamos cerrando este año tan particular con todas las imposiciones que el Covid-19 nos ha puesto por delante. Lo estamos concluyendo en un proceso de capacitación que es absolutamente eficiente y, por otro lado, que cumple con los planes de adiestramiento que estaban fijados para el presente año (…) La idea es seguir hacia el 2021 consolidando la capacidad de vehículos remotamente piloteados y poder, de esta forma, generar capacidades que cada vez más sean de utilidad para el instrumento militar”, finalizó el brigadier Cunietti.

“Sin comunicaciones no hay comando”

Una parte fundamental para el correcto desarrollo del Ejercicio tuvo que ver con el área de las comunicaciones. A fin de dar soporte a toda la infraestructura de comunicaciones e informática y asegurar el comando y control durante las operaciones, desplegó a Chamical personal del Escuadrón de Coordinación Operativa Córdoba (ECOC) y del Grupo 1 de Comunicaciones Escuela -con asiento en Paraná-.

“Para lograrlo tuvimos que implementar, operar y sostener simultáneas redes tanto físicas, radioeléctricas como satelitales a la vez que se empeñaron cuatro estaciones satelitales que operaron en forma paralela para garantizar el transporte de la información sensible en forma local y toda aquella que va en tiempo real hacia el COAe Merlo, donde se controlan todas las operaciones aéreas en desarrollo”, explica vicecomodoro Alejandro Marudes, jefe del ECOC.

Hablar de integración

Asimismo, se sumaron otros organismos, como fue el caso del Comando de Adiestramiento y Alistamiento (CAA) que sumó las aeronaves A4-AR Fightinghawk; la Dirección General de Seguridad Aeroespacial Operacional Militar (DGSOAM) que dio apertura al aeródromo; la Dirección General de Educación que contribuyó con helicópteros Bell 412 EP, además de personal, entre ellos los pilotos y operadores de los sistemas aéreos no tripulados y que forman parte del Curso de Operadores de Sistemas Aéreos No Tripulados (COSANT), así como el autobomba apresto para cualquier eventualidad; el Comando Aeroespacial y la Dirección General de Salud que cumplimentó una serie de exigencias, como fue el caso del hisopado general previo que se le realizó a todo el personal para que arribe al CELPA 1 con resultado negativo.

“Aquí tenemos tripulantes de distintas características: pilotos, ingenieros, técnicos, operadores de distintos sistemas y rescatistas que están participando de manera mancomunada en suelo riojano que, a futuro, será la base en donde se instalarán las capacidades de UAV en la Fuerza Aérea Argentina”, relata el brigadier.

Visita de autoridades

Para interiorizarse acerca del Ejercicio y dialogar con el personal de cada una de las aéreas involucradas, durante las primeras horas de la mañana, arribó al CELPA una comitiva de autoridades encabezada por el titular de la Fuerza Aérea, brigadier Xavier Julián Isaac, acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de brigada Juan Martín Paleo; el titular del CAA, brigadier Oscar Palumbo y el director General de Educación, brigadier Walter Brun, además de altas autoridades de nuestra Institución y sus pares del Ejército y la Armada.

Antes de iniciar las actividades, la Escuadrilla Histórica Mentor B-45, recientemente activada y con asiento en el Centro de Ensayo en Vuelo (CEV) ubicado en la provincia de Córdoba, y aviones Texan II de la Escuela de Aviación Militar, surcaron el cielo riojano dando marco al adiestramiento.

Mirando hacia el futuro

De cara al futuro, se busca establecer que la Base sirva para que distintos organismos puedan cumplir distintas funciones: los alumnos del curso COSANT podrán hacer allí la parte práctica ya que, como explica el comodoro Di Mascio, “el espacio aéreo aquí al ser segregado y totalmente abierto resulta mássencillo para su adiestramiento”. Además, se conformaría el Escuadrón Operativo de UAV.

El CELPA pasaría a ser una Base Aérea Militar que dependería del CAA, estará alojado dentro de la Base y seguirá dedicándose a trabajos de investigación y desarrollo. “En este contexto, ver al Centro reactivarse con tanta fuerza, aumentando su personal, verlo modernizado y poder ofrecer esta tecnología a la Fuerza Aérea nos llena de orgullo”, reflexiona el comodoro.

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