Daniel Arroyo encabezó el diálogo sobre los efectos de la tarjeta Alimentar durante la pandemia
El encuentro se realizó en el Centro Cultural Kirchner y fue emitido por el canal oficial de YouTube del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Con la presencia del ministro Daniel Arroyo, se llevó a cabo el diálogo “Tarjeta Alimentar: estudios sobre el alcance e impacto a 15 meses de su implementación”. Este encuentro se realizó en el Centro Cultural Kirchner y fue emitido este mediodía por el canal oficial de YouTube del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Del encuentro participaron la investigadora docente de la Universidad Católica Argentina y coordinadora del proyecto IR PISAC-COVID19- Universidad Nacional de La Matanza, Ianina Tuñón; director del Instituto de Investigación, Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), Isaac Rudnik; y el especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF, Sebastián Waisgrais.
Durante la apertura, el ministro señaló la importancia de “generar un ciclo de diálogos entre el Ministerio y el ámbito académico, estudiosos e investigadores donde se analizarán los avances y retrocesos, viendo dónde estamos parados, y en qué medida los estudios marcan cuánto hemos evolucionado y qué dificultades tenemos”. Y agregó: “Iniciamos el primer encuentro conversando sobre la Tarjeta Alimentar, que es la primera política que llevamos adelante cuando asumimos el Gobierno”.
“Para nosotros la Tarjeta Alimentar ha tenido tres grandes objetivos: atender la problemática del hambre y de la mal nutrición en Argentina; es una política de niñez y es una política de desarrollo local que promueve el desarrollo de la economía social, del compre local, que la gente compre cerca de su casa y mover la actividad económica local”, puntualizó Arroyo.
Por su parte, Rudnik compartió los datos de una encuesta realizada sobre 20.260 jefas y jefes de hogar. “Encuestamos a los responsables de la alimentación en cada hogar, la mitad fue hecha a familias que estaban recibiendo la tarjeta y la otra mitad a familias que no la reciben”, explicó y señaló que un 46% de los que reciben la tarjeta pudieron comprar más alimentos que antes de tenerla.
Respecto a la calidad, con la tarjeta un 16% de los hogares que reciben la tarjeta pudieron comprar mejor calidad de alimentos. Sin embargo, transcurrida la pandemia, un 23% de los hogares que recibían la tarjeta tuvieron que comprar menos alimentos y un 63% de los hogares sin tarjeta tuvieron que reducir la cantidad de alimentos que compraban. Por ejemplo, entre los hogares que consumen leche entre 2 y 3 veces por día, un 53% de los hogares reciben la tarjeta.
Rudnik señaló que, respecto al consumo directamente relacionado a la tenencia o no de la tarjeta, en todos los casos hubo una ayuda importante, se nota la diferencia entre los hogares que tienen la tarjeta y los que no la tienen.
A continuación, Tuñón relató que la evaluación del impacto de la tarjeta, realizada por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, contiene un estudio descriptivo de los destinatarios de la tarjeta, donde consta que se trata de una población de alta vulnerabilidad social, con niveles de pobreza elevados que llega al 70 por ciento.
También se investigaron los consumos alimentarios y reveló que la frecuencia de compra es semanal, en comercios de cercanía y que un 60% complementa su alimentación con otro tipo de ayuda directa, como comedores y bolsones de alimentos. Solamente un 6% compra en ferias.
Por su parte, Waisgrais compartió algunas estadísticas que reflejan la importancia de la tarjeta en términos de recursos destinados a sostener la economía en los sectores más necesitados: "En 2020, el presupuesto del programa se multiplicó por cinco, sí lo comparamos con el 2019, incluso si descontamos los efectos de la inflación, se multiplicó por cuatro, lo cual muestra unos niveles de ejecución significativos”, y agregó: “Es importante que estos esfuerzos fiscales sigan estando en el marco de las prioridades de este Gobierno”.
Además, Waisgrais señaló que la aplicación de este programa ha invertido un esquema existente en tanto que “si uno miraba antes de la Tarjeta Alimentar, el 75% del presupuesto de la función nutrición y alimentos lo ejecutaban las provincias y el 25% la Nación. Hoy eso se invirtió, el 70% del presupuesto de la función consolidada de nutrición y alimentación lo genera la Nación y el resto de las provincias”.
La tarjeta Alimentar es una de las políticas sociales que ha implementado el Ministerio de Desarrollo Social para enfrentar la situación de inseguridad alimentaria que atraviesa un alto porcentaje de familias argentinas. Esta herramienta de inclusión ha sido fundamental para atravesar la pandemia de COVID-19.