La “mujer biónica”, como le dice con cariño su papá a Florencia, es una adolescente que llegó a la familia con 9 años y una luxación de cadera. El matrimonio, que llevaba 12 años juntos, decidió presentar los papeles en julio. En noviembre, el Juzgado los sorprendió con el llamado: había una nena lista para adoptarlos.

“Verla a Flor fue mágico, fue como una cita a ciegas. Las miradas, la complicidad, te das cuenta que funciona”, cuenta su padre sin dudarlo.

A Florencia le realizaron una reconstrucción de salvataje para que su cadera pudiera funcionar al 100% y con la intervención se ganó el apodo, ya que como explica su papá, convive con plaquetas, tornillos y tutores.

Desde que llegó a la casa conectó con todos los integrantes del hogar, incluso con las mascotas, que fueron de algún modo su cable a tierra y excusa perfecta para salir a pasear con ellos y sus papás.

Hoy Florencia disfruta de la natación y la pintura, sigue en contacto con amigas del hogar y es la protagonista de una historia de amor sin precedentes.

Repensar el modelo de adopción

De cada 100 familias, 17 adoptarían chicos o chicas con discapacidad y sólo 2 adoptaría grupos de hermanos o hermanas. Y sólo 1 de las 100 se vincularía con adolescentes.

Es por esta razón que desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) se lanzó la campaña “Crecer en familia es un derecho #ElegíAdoptar” que busca sensibilizar a la población para repensar el modelo de adopción en nuestro país.

En Argentina, de los más de 2300 legajos admitidos en los registros nacionales, el 88% fue presentado para adopción de niños de hasta 2 años; solo un 18% para chicos de hasta 8 y apenas el 1% a mayores de 12, según datos de la Dirección Nacional de Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (DNRUA), que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.