Corrientes: Operativo interinstitucional para evitar diseminación de influenza aviar
El Senasa coordina las acciones con organismos provinciales y municipales en una granja comercial del departamento Capital.
Buenos Aires - El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) cumple con las medidas contempladas en el Plan de Contingencia para controlar el brote de influenza aviar detectado el pasado 6 de abril en el departamento Capital, provincia de Corrientes, con el fin de evitar la diseminación de la enfermedad.
La detección de la presencia de la enfermedad fue diagnosticada por análisis efectuados por el Laboratorio Nacional del Senasa, ubicado en la localidad bonaerense de Martinez, en muestras tomadas por un veterinario acreditado y enviadas cumpliendo con las garantías de custodia fijadas en el protocolo correspondiente.
El Laboratorio del Senasa, de referencia para la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en diversas enfermedades animales, es el único en nuestro país que realiza el diagnóstico de influenza aviar.
La técnica diagnóstica que se realiza es el PCR, que permite detectar de manera directa la presencia del ARN del virus de influenza aviar, otorgando fiabilidad y permitiendo actuar con suma rapidez ante resultados positivos.
Este segundo brote en el departamento Capital fue identificado por Senasa gracias a los muestreos que realiza el organismo en un radio de 10 km alrededor del primer brote detectado en un traspatio de esa localidad el día 3 de abril, cuya finalidad es identificar tempranamente la dispersión del virus para frenar su avance.
Estas medidas que el Senasa coordina con organismos provinciales y municipales -como se ha hecho en todos los brotes con resultado positivo en otras provincias- tienen la finalidad de evitar el gran impacto negativo que puede causar la diseminación de la enfermedad en una actividad que emplea a más de 130 mil trabajadores.
Por este motivo, es fundamental realizar el procedimiento sanitario en los tiempos que establece la normativa. Asimismo, ante la detección de un brote, el protocolo vigente contempla el accionar del personal de Salud Pública que realiza un seguimiento clínico y epidemiológico de las personas que trabajan en una granja comercial.
A pesar de que la influenza aviar es una enfermedad de muy bajo riesgo de transmisión a las personas, quienes se encuentran en contacto directo con aves con resultado positivo deben tener un seguimiento clínico que garantice la ausencia del virus.
El accionar del Senasa en la Zona de Control Sanitario de 10 km de radio alrededor de cada brote y donde se encuentra el establecimiento comercial recientemente positivo al virus se ajusta a los protocolos y recomendaciones internacionales, cuya finalidad es evitar la dispersión de esta enfermedad para que afecte lo menos posible a la avicultura argentina.