Concluyó el ejercicio de simulacro de influenza aviar en Esperanza, provincia de Santa Fe
Organizado por el Senasa, convocó agentes oficiales, privados y de otros países. Se puso a prueba la capacidad de respuesta conjunta.
Santa Fe - Con la exposición de conclusiones y puesta en común de la experiencia vivida por los diferentes actores participantes, finalizó el pasado viernes 2 de septiembre, el Ejercicio de simulacro de influenza aviar de alta patogenicidad organizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en la localidad de Esperanza, provincia de Santa Fe.
En esta oportunidad el vicepresidente del organismo, Rodolfo Acerbi, se unió al acto de cierre por medio de una video conferencia.
La actividad, de carácter teórica- práctica, fue organizada por el Senasa junto a las cámaras que representan al sector avícola, CAPIA y CEPA, y se llevó adelante durante cinco días con base en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Durante este tiempo se realizaron diversas tareas en la zona, simulando la actuación oficial, articulada con el sector privado y los distintos actores de la cadena avícola, ante la supuesta emergencia ocasionada por un brote de influenza aviar en granjas comerciales y de traspatio de la zona.
En su intervención, Acerbi agradeció y felicitó a los presentes, en particular a los de países vecinos, por su participación en esta actividad estratégica conjunta entre el sector público y privado de la República Argentina, y destacó el valioso aporte que representa este tipo de ejercicios para profesionales y diferentes actores de las cadenas productivas.
Asimismo, mencionó que “este tipo de enfermedades, nos plantea un desafío muy importante a todos los países de la región, considerando su actual presencia en Estados Unidos, Canadá y Europa. Además, como países de América del Sur -vinculados comercialmente con regiones que hoy padecen la enfermedad-, debemos estar atentos a la posible llegada a nuestro continente de este problema sanitario tan importante, ante la necesidad de importar genética aviar para el desarrollo comercial de nuestras producciones. Es un gran desafío que nos moviliza a estar entrenados, visualizar, estimular, sensibilizar al sector privado."
Por último, aseguró: “No tengo ninguna duda de que este es el camino para que los servicios de atención veterinaria funcionen en forma ágil y ordenada."
Por su parte, la directora nacional de Sanidad Animal del Senasa, Ximena Melón, expresó: “Fue una actividad de arduo trabajo, durante cinco jornadas intensas, tal como ocurriría en una situación de crisis que se presenta ante una emergencia”.
Destacó también “la buena interrelación que hubo entre profesionales y técnicos de las regionales y del área central del Senasa, y entre las personas que vinieron de otras regionales, con el sector privado, con el INTA, con el Ministerio de Salud de la Nación y la Universidad”.
Por último, Melón puso de relieve que “ante este tipo de situaciones de crisis, sólo si se trabaja de esta manera coordinada, en interrelación entre todos los actores sentados en la misma mesa de trabajo y en la toma de decisiones, es posible tener buenos resultados."
Finalmente el director del Centro Regional Santa Fe del Senasa, Facundo Frick, agradeció la oportunidad de que esta actividad se haya llevado adelante en la jurisdicción a su cargo, “porque justamente pone sobre la mesa la estructura regional y nos ayuda a detectar falencias y a la vez, ponernos orgullosos de estar haciendo las cosas bien”.
Agregó que “estos trabajos, sobre todo en terreno, permiten representar situaciones lo más parecidas a la realidad, en un caso de emergencia."
La influenza aviar es una enfermedad ausente en Argentina y en la región, pero que actualmente se ha propagado por muchos países de todos los continentes.
Al ser nuestro país libre de esta enfermedad, es necesario fortalecer los procesos de preparación mediante este tipo de actividades, tendientes a profundizar el entrenamiento de los agentes oficiales y otros actores vinculados a la sanidad avícola, y a fortalecer las capacidades de respuesta para el control de los potenciales peligros que afectan al bienestar y la sanidad avícola, como así también a la salud pública, considerando que se trata de una enfermedad que podría transmitirse a las personas.