Presidencia de la Nación

Capitán (PM) Luis Darío José Castagnari ¡Presente!

En un emotivo homenaje, en la ciudad de Río Cuarto, se realizaron las honras fúnebres a los restos mortales del oficial fallecido en combate durante el Conflicto del Atlántico Sur


Por Lic. Cecilia Vergara/ Fotos por C. Rocío Martínez

Durante la mañana del 5 de diciembre, arribó al Aeropuerto Internacional General Mosconi de la ciudad de Comodoro Rivadavia, la aeronave que, procedente de las Islas Malvinas, trasladaba el féretro con los restos mortales del capitán (Post Mortem) Luis Darío José Castagnari, fallecido en combate durante el Conflicto del Atlántico Sur.

Allí, se encontraba su esposa, María Cristina Scavarda y sus tres hijos varones, acompañados por el secretario general de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), brigadier Fabián Otero y el jefe de la IX Brigada Aérea, comodoro Marcelo García, que se encontraban presentes para expresar el apoyo de la Institución al merecido reconocimiento que se brindaría a este héroe nacional.

En un día muy especial para todos, Cristina expresó que “después de 36 años, puedo cumplir el pedido de él de que si le pasaba algo en las islas, lo trajeran y sepultaran junto a nuestro primer hijo, Gustavo, que había fallecido a la edad de tres años. Por fin siento paz, tranquilidad y un alivio muy grande porque la promesa está cumplida. A partir de hoy nuestra familia va a empezar a recorrer un nuevo camino con mucha paz y la luz de él que nos alumbra”.

Horas más tarde, se dirigieron a la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, exactamente a la plataforma del Área Material Río IV, donde comenzarían las honras fúnebres correspondientes. Cristina, sus hijos y la comitiva fueron recibidos por el jefe de Unidad, comodoro Gustavo Olivato y por sus familiares, quienes se fundieron en un sincero y fuerte abrazo al pie del avión.

El Cordón de Honor estuvo integrado por personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la VII Brigada Aérea de Moreno, cuyo personal también trasladó el féretro hasta la Capilla Ardiente donde tuvo lugar una sentida invocación religiosa.

Un centenar de personas asistió a la Unidad para ser partícipe de este importante acontecimiento; entre ellos, ex integrantes del GOE, veteranos de guerra de Malvinas, personal militar y civil de la Institución, amigos de Castagnari, familiares y ciudadanos cordobeses.

Como representante de la especialidad durante el Conflicto, el brigadier mayor (R) “VGM” Ernesto Paris, brindó emotivas palabras alusivas. “Para todos los que partimos de Comodoro Rivadavia el 2 de abril a las 7 de la mañana, aterrizábamos en el primer Hercules que llegó a las Islas Malvinas, es un momento muy especial y de extrema emoción. Pasamos con él momentos sumamente importantísimos de nuestras vidas. Para nosotros fue un dolor inmenso perder un hombre pero el Conflicto era así”.

Y agregó: “Él fue, es y será un ejemplo para todas las generaciones futuras, como todos los hombres que dejaron su vida en este Conflicto. Nosotros lo despedimos allá, pero hoy lo recibimos aquí en su lugar de origen y junto a sus familiares. Como dice el escudo que lleva nuestra boina: ‘Vencer o morir’, y él lo hizo con toda la hidalguía que puede tener un soldado que deja su vida por la patria, por nuestra nación y por lo que defendimos y defendemos. Luis Darío: te recibimos con el corazón abierto y aquí estamos todos acompañándote”.

Por último, el brigadier mayor “VGM” (R) Paris exclamó: “Capitán Luis Darío Castangari”, a lo que todos respondieron a viva voz: “¡Presente!”.

A continuación, luego de respetuosos aplausos de los presentes, los restos del capitán Castagnari fueron trasladados hacia el Cementerio Parque Perpetual. El cortejo fúnebre realizó un recorrido por la ciudad colmada de ciudadanos que, con banderas argentinas en sus manos, lágrimas en sus ojos y un muy fuerte sentimiento patriótico, rindieron homenaje al héroe de Malvinas.
Ya en el cementerio, y luego de una breve invocación religiosa en la capilla para recibir los restos de Castagnari, los integrantes del GOE permanecieron allí, apostados de guardia, hasta el día siguiente.
Al alba del 6 de diciembre, partió desde Buenos Aires una aeronave que trasladaba a numerosas autoridades, integrantes de la promoción 38 e invitados especiales, con destino Río Cuarto dónde seguiría el emotivo homenaje.

El jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general “VGM” Enrique Víctor Amrein, acompañado por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Lic. Claudio Avruj; el intendente municipal de Río Cuarto, Dr. Juan Manuel Llamosas; el intendente municipal de Las Higueras, Alberto Escudero y el secretario delegado del gobierno de la provincia de Córdoba, en representación del gobernador, Hugo Palacios, se dirigió al cementerio para presidir la rendición de honores. Allí, se reunieron con la familia Castagnari y juntos caminaron hacia la capilla.

Los aguardaban formados, los integrantes del Grupo de Operaciones Especiales, banderas y escoltas y la Banda Militar de Música “Brigadier Mayor Juan de San Martín”. Asimismo, se hicieron presentes Veteranos de Guerra de Malvinas, personal militar y civil, amigos y familiares.

Durante la jornada, el responso religioso estuvo a cargo del obispo de Villa de la Concepción de Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona y del capellán de la Guarnición Aérea, presbítero Marcelo Franzone. Luego, se realizaron las rendiciones de honores correspondientes y la Banda interpretó “Más cerca oh Dios de ti” que marcó el paso a los integrantes del GOE que trasladaron por última vez al único caído en Malvinas de la especialidad.

En la ocasión, el comodoro (R) Julio Brower de Koning, integrante de la promoción 38, se refirió a la figura del capitán Castagnari. “Querido ‘Furia’: recuerdo el día más triste de la guerra que fue precisamente cuando me enteré de tu partida. Ya pasaron 36 años de este acontecimiento donde tuvimos que despedirte entre nosotros, tus compañeros de promoción, del Grupo de Operaciones Especiales, el padre Pacheco y el brigadier Castellanos. Ambos, seguramente, te estarán acompañando en el cielo. Y allí quedaste, apostado de guardia en esa tierra nuestra que supiste defender hasta el final, junto a otros no menos valientes argentinos que dieron su vida por nuestra hermosa patria”.

Y agregó: “Recuerdo también, en plena guerra, que conversábamos y nos contábamos de nuestras actividades diarias, y a vos Furia te tocó estar junto con otros camaradas, en el aeropuerto argentino, el blanco predilecto del enemigo que bombardeaba furiosamente con aviones y buques día y noche. Tu valentía sobresaliente y tu formación como integrante del Grupo de Operaciones Especiales te permitieron soportar con holgura todas las adversidades del clima y la guerra propiamente dicha. Querido Furia: patria hasta perder la vida, hasta siempre”.

A continuación, tomó la palabra el titular de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general “VGM” Enrique Víctor Amrein, quien manifestó: "Me corresponde, hoy, resaltar los valores presentes en el ejemplo que encarna el capitán Luis Darío Castagnari, como el resto de los héroes de nuestra Institución que quedaron como silenciosos custodios de nuestras islas, para contribuir a que sean preservados y se transmitan a las generaciones futuras".

“La firme convicción de estar cumpliendo su deber como soldado, fue el motor que sostuvo al capitán Castagnari y a sus camaradas en las horas decisivas que les tocó vivir, en las cuales la integridad, el coraje, la solidaridad y la vocación de servicio hasta ofrendar la vida por la patria, resultaron decisivas”, añadió Amrein.

"Deseo que quede como ejemplo y enseñanza para la vida y el trabajo diario de todos los hombres y mujeres de nuestra Fuerza Aérea el poderoso ejemplo de estos camaradas, que estuvieron entre nosotros y que supieron afrontar las más extremas circunstancias con disciplina, entrega y valor. Así se forjaron los héroes, con el temple de aquellos que aún sin saber cómo terminará su historia quieren ser recordados por haber luchado hasta el final y jamás haberse dado por vencidos", subrayó.

Refiriéndose a Castagnari señaló que “ha coronado con honor nuestra fuerza y debe ser la guía para los hombres y mujeres de su especialidad. Los hechos en los cuales este heroico oficial ofrendó su propia vida, constituyen un fiel reflejo de los preceptos que rigieron su accionar, siempre con el empeño puesto en conducir y enseñar con el ejemplo, protegiendo a los hombres a su cargo hasta el último instante. Honrar la memoria de nuestros héroes constituye un deber indelegable para la Institución que es merecedora de las glorias alcanzadas por sus hombres y mujeres en el Atlántico Sur".

Concluyendo su discurso, el brigadier general "VGM" Amrein exclamó: “Capitán Luis Darío Castagnari: descanse en paz. La Fuerza Aérea lo recuerda siempre y la Virgen de Loreto, su patrona, vela por su alma”.

Dándose por finalizado el acto homenaje, el brigadier general “VGM” Enrique Víctor Amrein, entregó la bandera nacional argentina correspondientes a la señora de Castagnari.

CAPITÁN “FURIA” CASTAGNARI

Oriundo de General Cabrera, provincia de Córdoba, ingresó como cadete en la Escuela de Aviación Militar en febrero de 1969 e integró la promoción 38. Egresó con el grado de alférez del Cuerpo Comando en diciembre de 1972.

Entre los destinos en dónde prestó servicios se encuentran la entonces VII Brigada Aérea de Morón, el Grupo I de Vigilancia y Control Aéreo de Merlo, el Área Material Río Cuarto y la Base Aérea Militar Río Gallegos.

Casado con María Cristina Concepción Scavarda, tuvo cinco hijos: Gustavo, Martín, Guillermo, Walter y Roxana.

Como integrante del Grupo de Operaciones Especiales de la Institución, al declararse el Conflicto del Atlántico Sur, solicitó fervientemente ser enviado a las Islas, pedido que fue aceptado. Participó del Operativo de Recuperación de las Islas Malvinas, desempeñándose como jefe de Patrulla, abocado a tareas de Seguridad y Defensa de la Base en el Puesto Comando. Es allí que, el 29 de mayo de 1982, durante un cruento bombardeo naval de fuerzas británicas sobre Puerto Argentino, el entonces primer teniente Castagnari, de 33 años de edad, es alcanzado por las esquirlas de un misil produciéndole el deceso de manera inmediata.

Ascendió Post-Mortem al grado de capitán y por su entrega por la patria fue declarado Héroe Nacional por el Honorable Congreso de la Nación y le fueron otorgadas las condecoraciones de La Nación Argentina al Valor en Combate y la de La Nación Argentina al Muerto en Combate.

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