Articulación para las pequeñas unidades productivas alimenticias
Con el fin de mejorar el proyecto de ordenanza de las pequeñas unidades, que posibilita la habilitación de cocinas familiares a nivel municipal.
Buenos Aires – “Pequeñas unidades productivas alimenticias” son unidades mínimas de trabajo que se dedican a la elaboración de alimentos a nivel local. Estos productores realizan su emprendimiento de tipo familiar, individual o de forma asociativa, y requieren alcanzar la habilitación bromatológica municipal para la comercialización de sus productos regionales y la mejora de la calidad y seguridad de los mismos.
Al respecto, organismos del Estado Nacional articulan interinstitucionalmente, como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) junto con los institutos nacionales de Alimentos (INAL-ANMAT) y de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Estos organismos compartieron impresiones sobre el control, la calidad y la inocuidad de los alimentos con los productores locales, y las direcciones a nivel municipal, como el Consejo Asesor Permanente Interisleño y el Instituto Municipal de Alimentación Saludable (IMASN).
En esta ocasión, la reunión tuvo lugar en el Municipio de Tigre, el objetivo fue escuchar los aportes de cada institución y organización para mejorar el proyecto de ordenanza y acordar los pasos que se deberán seguir para su implementación, así como la identificación de familias o grupos colectivos interesados en participar.
Lucía González Espinoza de la Coordinación de Agricultura Familiar del Senasa, comentó que “junto con el INAL, el INTA, las autoridades municipales y las organizaciones de productores de las islas del Delta, la participación del Senasa resulta una forma de trabajo muy productiva y necesaria. Los alimentos que elabora el sector son muy buscados por los consumidores. Tenemos el desafío de avanzar sobre la inocuidad de los mismos y ese trabajo comienza en el municipio”.