"No hay políticas públicas sin diagnósticos certeros", resalta Ignacio Mazzola, director de Inclusión Social en el Deporte. En esa línea, desde el Observatorio Nacional del Deporte (entidad integrada por la Universidad Nacional de San Martín y el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación) se llevó adelante una Encuesta Nacional de Actividad Física y Deporte, la cual arrojó, entre otros datos, que la brecha de género en relación a la práctica deportiva y actividad física se redujo del 19% al 3%.

Los resultados de esta muestra, "además de servir como insumo para la toma de decisión de actores estatales respecto a la generación de políticas públicas, también son una fuente de inspiración para los investigadores y las investigadoras que abordan al deporte desde espacios académicos y universitarios". En ese sentido, se llevó a cabo una serie de artículos que dan cuenta de nuevas reflexiones que profesionales de las ciencias sociales realizaron en torno a los resultados de la ENAFYD 2021.

Así pues, “Algunas aproximaciones a las preferencias deportivas”, escrito por Mariano Gruschetsky, relaciona, entre otras cosas, los motivos de preferencia de algunos deportes con ciertas características sociodemográficas de sus practicantes.

“¿Cuánto nos movemos y cuánto afecta a nuestra salud? Argentina en pandemia… de sedentarismo”, firmado por Juan Manuel Herbella, expone la significativa cantidad de personas en el país que no practican deporte de forma regular por fuera de las clases de educación física escolar. El autor se pregunta qué concepción de deporte estamos pensando. ¿Es un deporte como vehículo para la salud? ¿Qué implica “deporte para la salud”? ¿Cuánta actividad física deberíamos realizar semanalmente para estar saludables? El trabajo, asimismo, intenta contestar si alcanzamos los mínimos requeridos; si los ingresos económicos de la población argentina inciden –y de qué modo– al momento de practicar algunas actividades físicas y deportivas, en mejores lugares y condiciones.

Por otro lado, “Exploración de hábitos deportivos para Argentina en clave regional y contexto de pandemia”, de M. Eva Muguerza, desarrolla a una serie de hipótesis sobre cómo se modifican los índices de práctica en las distintas regiones del país. El texto sugiere diseñar estrategias de promoción de hábitos deportivos y actividad física de forma segmentada, seguidos de dispositivos y acciones adecuadas a los perfiles identificados.

“Actividades físicas y deportes en espacios públicos de Argentina: tendencias, regulaciones y emergentes”, escrito por Juan Bautista Branz y Emmanuel Ferretty, reflexiona sobre los usos del espacio público.

“Análisis de género en la Encuesta Nacional de Actividad Física y Deporte 2021”, texto de Débora Majul, permite saber más sobre las diferencias sexo-genéricas en clave de ocio y tiempo libre en Argentina. Los interrogantes y las claves de lectura propuestas en el texto nos ayudan a entender los argumentos que han llevado a pensar los deportes como espacios de modelación de una subjetividad y socialización masculina, y los sentidos morales asociados, más allá de los esfuerzos realizados por las mujeres y las diversidades para ser parte de estos espacios.

Por último, “Morir sin que se acabe la vida. Estrategias de resiliencia en las prácticas corporales durante la pandemia”, escrito por Eduardo Galak, se pregunta: ¿cómo se explica el gusto deportivo? ¿Hay algo inmanente en nuestro cuerpo que hace que tengamos una atracción por determinado objeto y práctica cultural, física o deportiva? ¿Se puede reducir a una cuestión de identidad biológica y a la clase social en términos económicos? Desde una lectura bourdiana, Galak muestra que somos el efecto de conductas sociales recurrentes articuladas con condiciones sociales, económicas, de clase, religiosas, etarias, entre otras.

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