No es lo mismo ser gordo, que ser gorda.
No es lo mismo ser migrante, que ser una migrante trans.
No es lo mismo ser pobre, que ser una lesbiana pobre.
No es lo mismo ser trabajador, que una trabajadora con discapacidad.
No es lo mismo.

Por ser negras, pobres, migrantes, campesinas, musulmanas, indígenas, gitanas, por tener una discapacidad, la violencia y la desigualdad es aún mayor.
Reconocer y reparar esas diferencias es luchar contra el racismo, el clasismo y el patriarcado.
La lucha transfeminista y popular incluye a todas las mujeres e identidades feminizadas en su diversidad.

Valeria, militante y activista, estudiante de trabajo social y mamá: “Sufro discriminación no solamente por ser una feminidad sino también por mi orientación sexual, por mi identidad de género, por mi expresión de género, por ser del conurbano, por ser morocha, por ser gorda”.

Maian, Secretaria de género del Instituto Islam para la Paz: “Por profesar el Islam asocian nuestra forma de vestir con “sumisión” y la no elección. La igualdad tiene que estar marcada por la pluralidad de cosmovisiones y cultos y no con una imposición de la mirada occidental, que muchas de nosotras elegimos adoptar, pero muchas otras no”.

Gabriela, Educadora popular, militante por los derechos humanos, paraguaya: “Las mujeres migrantes tenemos que estar demostrando nuestra voluntad, nuestros saberes, que no somos criminales, sobre todo en el ámbito laboral. El estereotipo de la mujer paraguaya está asociado a las tareas de cuidado y la hipersexualización: sos la puta y la santa”.

Mónica, Organización Nuestras Voces Chaqueñas de Mujeres Migrantes visibles. Asociación de mujeres en Desarrollo. Frente de Migrantes Organizados: “En el sindicalismo los que ocupan lugares de decisión y dirección son los varones, para las mujeres es muy difícil llegar. En las calles ellos siempre van primero. Hoy, no”.

Elena Fraulob, de la Federación Argentina de Colectividades, presidenta de Mujeres FAC. Chilena: “Se dice que Argentina es un país europeo, pero no es así. Para una mujer latinoamericana que migra es más difícil adaptarse, muchas son jefas de hogar y llegan con nenes chiquitos. Tenemos que luchar mucho más por nuestros derechos”.

Luzmila, mujer trans, bailarina: “Fuimos criadas y criados bajo el patriarcado, por eso también las identidades trans venimos sufriendo violencia y discriminación. Ahora se dicen cosas que antes se callaban un poco más: ése es el primer paso para erradicar la discriminación”.

Mercedes, psicóloga y activista en derechos de personas con discapacidad y géneros: “Las identidades feminizadas con discapacidad sufrimos vulneración de los derechos sexuales y reproductivos, del derecho al ejercicio de la maternidad, pero también la falta de trabajo: nos consideran como personas a ser cuidadas, improductivas”.

Agradecemos a Valeria, Maian, Gabriela Talabera, Mónica Fernández, Elena Fraulob, Luzmila y Mercedes Monjaime Aguiar.