En el marco de una revisión histórica que desde el Instituto se está llevando adelante, a mediados del año 2020 un equipo de trabajo interdisciplinario de las gerencias de Recursos Humanos y de Relaciones Institucionales y Comunicación -que hoy conforman el Foro por la Memoria, la Verdad y la Justicia del INTI-, detectó que el legajo de María del Carmen Artero de Jukiewicz, víctima de la última dictadura cívico-militar, seguía pendiente de reparación: lejos de ser un documento fiel a lo acontecido, indicaba “licencia sin goce” durante meses y luego de su secuestro la baja por “renuncia forzada” silenciando la persecución que ella y su familia vivieron desde marzo de 1976.

Militante Montonera, católica y compañera del padre Carlos Mugica, María del Carmen Artero ingresó al INTI como secretaria del Departamento de Química el 1ro de agosto de 1960. Como estaba separada y tenía a su cargo a 4 hijos pequeños fue Mugica quién le sugirió comenzar a trabajar en el Instituto para poder sostener económicamente a su familia. Allí su compromiso para lograr una sociedad más justa continuó y además de convertirse en delegada gremial, pelear por los derechos de las mujeres trabajadoras, impulsar la creación de la guardería del INTI (hoy actual jardín materno-infantil que funciona en la sede central del instituto) formó parte de la delegación argentina que viajó a Cuba para fortalecer el intercambio tecnológico de ambos países.

Con el golpe cívico-militar, que comenzó en marzo de 1976, se inició una feroz persecución hacia María del Carmen y su familia quienes, en enero 1978, luego del asesinato de un compañero de Artero, debieron abandonar su hogar, ocultarse, para tratar de pasar a la clandestinidad. Fue en ese momento cuando Artero se vio obligada a pedir licencia sin goce de sueldo en el INTI, leyenda que aún se puede encontrar en sus antiguos recibos de sueldo y que se repite hasta su "baja”.

El 11 de octubre de 1978 María del Carmen fue detenida por un grupo de tareas y llevada a Olimpo. Al momento de su secuestro tenía 43 años y fue trasladada al centro clandestino de detención junto a su hija Cristina, de 18 años, y su nieto de 2 meses.

“La reparación del legajo de mi madre significa que no desapareció del mapa, que era una trabajadora más del INTI. Es un acto que la está trayendo otra vez a la vida. No es más un ente, ni una figurita, ni nada de eso. Fue una compañera que trabajó acá, que estuvo acá y eso es importante” destaca Cristina Jurkiewicz, hija de María del Carmen.

“Desde el inicio de nuestra gestión nos comprometimos a poner al INTI de pie, comenzando con la recuperación de los derechos laborales de los trabajadores del instituto, muchos arrebatados por la gestión anterior. En este camino, impulsamos líneas de trabajo para colaborar con la justicia en los procesos memoria y verdad, incorporando como eje estratégico del INTI la formación en Derechos Humanos de su personal y la difusión de una oferta tecnológica destinada a sitios y espacios de memoria. La reparación del legajo de María del Carmen Artero nos llena de gratitud y se suma a las acciones de fortalecimiento institucional, saldando una deuda histórica pendiente por décadas”, concluyó Ruben Geneyro, presidente del INTI.

A partir de la Resolución publicada en el Boletín Oficial, impulsada por la Secretaría de Gestión y Empleo Público, la Secretaría de Coordinación y Administración y la Secretaría de Derechos Humanos, los familiares y compañeros de María del Carmen Artero de Jurkiewicz podrán encontrar en el legajo la siguiente leyenda: “La verdadera causa de interrupción de la relación laboral fue la desaparición forzada como consecuencia del accionar del Terrorismo de Estado”.

De la iniciativa participaron integrantes de las gerencias de Recursos Humanos y Comunicación, que en la actualidad forman parte del Foro por la Memoria y los Derechos Humanos del INTI y la Gerencia de Asuntos Legales.