Presidencia de la Nación

30 años del MERCOSUR: Próximos desafíos de la región

A continuación se comparte la nota de opinión sobre las repercusiones de la participación del organismo en las reuniones del Mercosur escrita por el Dr. Cardoso, integrante del área de Relaciones Internacionales de este Organismo.


Por José Cardoso
Subdirector de Relaciones Internacionales UIF

Han pasado treinta años desde aquel 26 de marzo de 1991 cuando Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron el Tratado de Asunción, dando inicio al Mercado Común del Sur (MERCOSUR), sellando entonces una entidad supranacional.

Las naciones de América del Sur tienen, desde hace décadas, un objetivo pendiente: disminuir la desigualdad y la pobreza en una subregión que históricamente ha dependido del posicionamiento de sus materias primas en el mercado internacional.

El MERCOSUR no puede seguir siendo receptor de recetas y mandatos formulados fuera de la región. Debemos tener la capacidad de lograr conformar un bloque que logre optimizar los recursos disponibles para atenuar las asimetrías y equiparar la distribución de los beneficios.

Otro desafío fundamental que enfrentamos y que acarrea varias décadas de inactividad, es el de ocuparse de prevenir y controlar las operaciones ilícitas que devienen en maniobras de contrabando, evasión tributaria, narcotráfico, lavado de activos y delitos económicos complejos, desarrolladas -por vía terrestre, marítima y fluvial- a lo largo del Corredor Litoral que comprende la llamada Hidrovía de los ríos Paraná y Paraguay (dicho canal, además, conecta a todos los países del MERCOSUR y Bolivia, generando graves perjuicios económicos a la región).

En estos tiempos, nos encontramos con escenarios muy diferentes al de hace tres décadas. El avance en la tecnología, acentuando la concentración del sistema económico financiero, la reconfiguración del poder mundial y la política de acuerdos comerciales ejecutados por las grandes potencias, que debilitó al sistema multilateral de comercio, plantean grandes desafíos para la plena inserción de Argentina y de la región en el mundo.

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19, encontró al MERCOSUR con un alto grado de cohesión. En razón de eso, consideramos que las circunstancias están dadas para impulsar acciones que logren atenuar los daños producidos en nuestra nación y en la de los países vecinos/socios. Debemos proponer y negociar acuerdos en condiciones justas y equitativas; políticas que protejan y promuevan el empleo; incrementar el acceso de productos y servicios del Mercosur en el resto del mundo para mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes priorizando la armonía y cooperación en el bloque.

En este contexto, la UIF de la República Argentina, luego de cuatro años de ausencia, volvió a participar en mayo y octubre del año 2020 de las Reuniones Ordinarias XLVII y XLVIII del Subgrupo de Trabajo Nº 4 (SGT4) denominado ¨Asuntos Financieros - Comisión de Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo¨ del MERCOSUR.

La actual gestión considera que se debe generar un marco de entendimiento que incluya las diferentes realidades productivas, federales y sectoriales. Es preciso destacar que la pandemia abrió nuevos flancos y generó mayores dificultades, pero ello no impidió que se lleven adelante las reuniones virtuales con un esfuerzo compartido demostrando gran compromiso por parte de las delegaciones respectivas de los Estados Parte.

En tal sentido, y con el objeto de avanzar en la integración financiera, a comienzos de mayo de 2021 se llevó a cabo la 49° Reunión Ordinaria del Subgrupo de Trabajo Nº4 (SGT4) realizada en ejercicio de la Presidencia Pro Tempore de Argentina. Las reuniones realizadas en el marco de este SGT4 (foro técnico compuesto por representantes de los bancos centrales, cooperativas, comisiones de valores, superintendencias de seguros y unidades de información financieras de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), sostuvieron el propósito central de constituir un mercado regional en servicios financieros que sea sólido, eficiente y resistente a las crisis, sentando bases para una integración que garantice la estabilidad monetaria y la solidez del sistema financiero dentro del MERCOSUR.

En dicha reunión, se informaron los proyectos de reformas legislativas y Resoluciones que se proponen contemplar las actuales realidades y los nuevos estándares indicados en las 40 Recomendaciones del GAFI.

Adicionalmente, la UIF de Argentina presentó un caso testigo acerca de su participación en su rol de querellante en causas penales que involucran delitos económicos complejos, contrabando, evasión impositiva, violación de normas cambiarias y de seguros entre otros. Ello en el marco de la comercialización de mercaderías a través del Corredor Litoral que comprende a la denominada Hidrovía de los ríos Paraná y Paraguay.

Asimismo, aportó una tipología elaborada por el propio Organismo orientada al análisis financiero derivado de la manipulación de precios de transferencia en operaciones de comercio exterior (subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones) y compartió con las demás delegaciones un cuestionario vinculado a normativa aplicable a los Sujetos Obligados, con el propósito de contribuir al control, regulación e investigación de las actividades desarrolladas en el ámbito del Corredor Litoral.

En términos concretos, para consolidar una auténtica integración financiera en donde la UIF de Argentina y las Unidades Análogas del bloque regional avancen en los siguientes frentes comunes de cooperación financiera, es preciso: crear un fondo común de reservas para emergencias; un acuerdo de uso de monedas locales para el intercambio comercial; una banca de desarrollo para infraestructura y una mayor interacción de las bolsas de valores.

Quienes creemos que la única posibilidad de lograr un desarrollo sustentable radica en la integración regional, debemos multiplicar nuestros esfuerzos en la diversificación y desconcentración de las estructuras productivas y exportadoras, coordinando entre las distintas fuerzas socioeconómicas que consoliden definitivamente una región de convivencia pacífica, justa, libre, soberana e integrada.

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