Presidencia de la Nación

Día Mundial de Concientización sobre el Autismo

En el marco del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, que se conmemora mañana, compartimos recomendaciones elaboradas por el equipo de Salud del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) para atravesar el aislamiento social obligatorio durante la pandemia.


En el año 2007, las Naciones Unidas instituyó el 2 de abril como “Día Mundial de concientización sobre el Autismo”. En el marco de esta conmemoración, el INADI reafirma su compromiso de continuar trabajando en pos de la igualdad y no discriminación en el ejercicio de los derechos de todas y todos, especialmente de aquellas personas o colectivos históricamente discriminados, como los que presentan condiciones del espectro autista (CEA).

“Queremos avanzar en la sensibilización y concientización de la sociedad en su conjunto sobre la temática, promoviendo la detección oportuna, la atención integral de la salud de las personas y la implementación de políticas públicas inclusivas en las áreas de educación, trabajo, recreación, vivienda, entre otros ámbitos destinadas a las personas con CEA y sus familias, abarcando todas las etapas de su vida.” dijo la titular del INADI, Victoria Donda

En el marco normativo, el INADI destaca la ampliación y reconocimiento de derechos, resaltando la importancia del Código Civil y Comercial de la Nación, la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657 de 2010 (reglamentada en 2013); la ratificación en 2008 y la jerarquía constitucional otorgada en 2014 a la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD); y la sanción de la Ley Nacional 27.043 en 2014 (reglamentada en 2019), que declara “de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de las personas que presentan condiciones del Espectro Autista; la investigación clínica y epidemiológica en la materia, así como también la formación profesional en su pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento; su difusión y el acceso a las prestaciones”.

Desde el Área de Salud sin Discriminación del INADI, que depende de la Dirección de Políticas y Prácticas contra la Discriminación, se elabora una serie de recomendaciones para que todos/as tengamos en cuenta frente al desafío que nos impone el aislamiento social obligatorio en época de coronavirus.

“El INADI entiende que las dificultades que puede atravesar una persona y su familia deben ser abordadas en su singularidad respetando siempre la diversidad de condiciones y estilos de vida. El Instituto en este día valora y abraza la lucha de los colectivos que se organizan para la promoción de sus derechos frente a la discriminación y estigmatización sufrida. Por eso, vamos a trabajar junto a ellos en acciones que garanticen el acceso y ejercicio de los derechos humanos para todas las personas”, señaló Lucila Somma, a cargo de la coordinación de Programas y Proyectos contra la Discriminación.

Recomendaciones a las familias de niñas, niños y adolescentes con CEA (condiciones del espectro autista) para que puedan atravesar el aislamiento social obligatorio en época de coronavirus:

1. Ayudarles a entender y a expresarse

Es importante hablar con ellas/os sobre esta situación: explicarles lo que sucede de tal manera que puedan entenderlo sobre la base de sus capacidades. Responder a sus preguntas y escucharlas/los atentamente. Buscar la forma de que puedan expresarse partiendo de sus propios recursos. Acompañar sus reacciones con paciencia. Es fundamental demostrarles que entendemos el hecho de que puedan sentir enojo, molestia, frustración, ansiedad, estrés, etc., y explicarles que esta situación es transitoria. Si la persona adulta mantiene la tranquilidad y les brinda seguridad, colaborará a que ellas/os también puedan vivir la experiencia de igual manera.

2. Enseñar pautas de higiene y brindarles indicaciones sanitarias

Mostrarles cómo lavarse correctamente las manos a través del propio ejemplo, y ayudarlas/los a que lo realicen de la mejor manera posible; también es útil recurrir a guías visuales (pictogramas) que se pueden encontrar en internet para facilitar la enseñanza de esta práctica, volviéndola más amena. Enseñarles cómo toser y estornudar en el pliegue del codo, entre otras recomendaciones emitidas por el Ministerio de Salud de la Nación.

3. Mantener rutinas flexibles

Generar y sostener rutinas que puedan dar forma previsible a la vida diaria en cuanto a la alimentación, las tareas de higiene, el ocio y el tiempo libre, el descanso y el sueño, incluyendo de este modo el conjunto de la dinámica y la organización familiar. Las rutinas anticipan lo que vendrá, bajan la ansiedad y brindan mayor tranquilidad. Dentro de este marco, también es importante incorporar nuevas actividades que generen bienestar, sin presiones ni exigencias, tanto para las personas adultas como para las/os niñas, niños y adolescentes. Evitar sobreexigir con tareas y metas: ya el aislamiento implica un gran esfuerzo.

4. Prestar atención a cambios en el comportamiento

Esta situación “extraordinaria” puede generar miedo excesivo, irritabilidad, angustia, estrés, ansiedad, enojo, falta de atención o concentración. Incluso dificultades para dormir o exceso de sueño. Intentemos estar atentos/as a estos cambios para poder afrontarlos con las herramientas de que disponemos o, de ser necesario, pedir ayuda profesional.

5. Promover relaciones sociales a la distancia

Es importante que niños, niñas y adolescentes, si lo necesitan y tienen la posibilidad, puedan mantener el contacto con sus seres queridos, aunque sea de manera virtual: a través de llamadas telefónicas o videollamadas. Se puede buscar un momento del día –por ejemplo, por la tarde– para compartir una merienda virtual por videollamada con algún amigo/a, abuelo/a o persona de referencia afectiva para el niño, niña o adolescente.

6. Protegerlos/las de la exposición excesiva a las noticias

Esto es para evitar intensificar sentimientos de angustia y preocupación.

7. Cuidar a los/las que cuidan

Es fundamental conservar los tiempos de descanso físico y mental para evitar la sobrecarga y el estrés. Buscar redes de apoyo para comunicarse de manera virtual a fin de hablar de nuestras vivencias y preocupaciones, así como de otros temas que nos distiendan, de ser posible, encontrando momentos a solas para realizar actividades placenteras, como escuchar música, ver un video o simplemente descansar. Evitemos transformarnos en “máquinas de entretener”, ya que, además de las tareas de cuidado, en muchos casos se nos suman las tareas del hogar y el trabajo remoto (es decir, el home office u oficina en casa).

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