El que no sólo postergabas... sino, que además rezabas para que nunca llegara.
Aun sabiendo que tus generaciones familiares lo traen como karma.
*Creías que serías el eslabón perdido... la que lo esquivara cual Matrix, pero no.
Ahí estás… de frente a la realidad, a una que creías conocer pero que sólo tocabas de oído.

¿Y ahora? ¿Y ahora qué mamita? Ahora a pelearla... porque todavía podés ser el eslabón perdido.
Porque vos, sabiendo que este día podía ser real...
decidiste estar un paso adelante y no lo dejaste para después...
y aunque suene irónico, ¡sí! ¡Le pusiste el pecho...Y ambos!
Porque sabes que, si das vos el primer golpe, tenes la mitad del round ganado.

Y cómo no iba a ser así, si sos partidaria de esta nueva generación de ganadoras...
*de las que se hacen cargo y aman la vida, aún con sus vericuetos.
Dale ese gancho al destino, agarralo vos a él mal parado.
Demostrale que sos más ruda y que se necesita aún más para verte en el piso.
¡Porque no es tiempo de llorar, sino de hacer!
Porque este envase que heredaste no está fallado... sólo tiene algunas cicatrices, pero ¿quién no?
Mírate cómo siempre al espejo... mira cómo el pelo vuelve a crecer, más suave y más brilloso.

Mira como el aire te envuelve, demostrándote que, si estás aquí, nada está perdido.
Permítete un mimo, que lo esencial es invisible a los ojos y vos sos de esas rosas que todo el mundo se para y admira.

Lucia Graziano