Presidencia de la Nación

Caos, caudillismo y confederación


Los conflictos devenidos luego de la revolución demostraron lo efímero que era el poder y cómo las clases subalternas fueron la fuerza de choque usada por los distintos grupos políticos. Pese a ello, la exportación ovina dio una nueva perspectiva económica y permitió el surgimiento de la figura de un hacendado poderoso: Juan Manuel de Rosas, un hombre ligado profundamente a la campaña bonaerense y que determinó el rumbo del territorio en esta etapa.

Por su parte, Bernardino Rivadavia fue, a partir de 1820, una pieza importante en su rol como ministro de Martín Rodriguez y en el de presidente. Durante su mandato viabilizó la modernización de la administración pública y puso fin a la herencia colonial con medidas tan radicales como la supresión de los cabildos y creación de nuevas instituciones estatales.

El caudillismo fue a partir de aquí una pieza importante en las provincias enfrentadas a Buenos Aires como Entre Ríos, Córdoba, Corrientes o Misiones. Lugares estos, donde también fueron fundamentales los ensayos constitucionales a partir de 1819.

El último tramo de este período estuvo liderado por las figuras de Rosas, Urquiza y Derqui que significaron la personalización del poder que polarizó al territorio por un cuarto de siglo.

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