Presidencia de la Nación

Una investigación sobre la Cordillera de los Andes de un becario de Educación

Lucas Fennell es doctor en Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires e investigador asistente del CONICET. Fue becado en el marco de su posdoctorado por el Ministerio de Educación de Nación y la Comisión Fulbright para una estancia de investigación de tres meses en la Universidad de Yale, Estados Unidos.


En este testimonio, el investigador comenta acerca de su experiencia con la beca para investigación en Estados Unidos, a la vez que explica sus aportes en su retorno a la República Argentina.

“Durante mi estadía, aprendí un método para estimar la altura de las montañas en el pasado, con el objetivo de comprender cómo se fue conformando la Cordillera de los Andes a lo largo del tiempo. Estudié los Andes del sur de Mendoza, donde realicé mi doctorado. Allí, existe un debate sobre si las montañas son un rasgo “joven”, de unos 20 millones de años, o un rasgo “antiguo”, de unos 100 millones de años de edad.

Llevé conmigo 100 kg de muestras, con el objetivo de procesarlas para la separación de vidrio volcánico, que fue expulsado por los volcanes ubicados en la Cordillera y depositado en las planicies de inundación de los ríos que bajaban de las montañas en esa región. El vidrio volcánico es capaz de captar y retener la composición isotópica del agua de lluvia en un sector a lo largo del tiempo, que responde principalmente a cambios en el clima y en la elevación de las montañas circundantes.

Pasé muchísimas horas en el laboratorio de separación de minerales procesando las 120 muestras que había llevado, obteniendo un registro continuo de vidrio volcánico en sedimentos fluviales con edades, abarcando un rango de entre 55 y 10 millones de años.

Lucas Fennell y Mark Brandon de la Universidad de Yale, Estados Unidos.

Debido a que a primera vista los resultados indicaban que hace 55 millones de años ya había montañas de altura considerable en la región, el siguiente paso fue modelarlos e interpretarlos con simulaciones en computadora. Hacia el final de mi estadía, tuve la oportunidad de exponer estos hallazgos preliminares en un congreso geológico en la ciudad de Portland en el estado de Oregon y realicé un viaje soñado a lo largo de la Cordillera Norteamericana junto con el Dr. Brandon, donde observamos y discutimos las grandes similitudes y diferencias entre esta y la Cordillera Andina.

Los descubrimientos obtenidos son muy novedosos y esta metodología es considerada de vanguardia dentro de la comunidad geológica, por lo que continué modelando, interpretando y discutiendo los resultados en mi regreso a Argentina. Luego de muchísimo tiempo, esfuerzo y emociones, recientemente publicamos los resultados en la revista Earth and Planetary Science Letters, convirtiéndome en el primer investigador argentino en aplicar esta metodología en los Andes.

Si bien pasó algún tiempo desde mi estancia hasta que sus frutos se convirtieran en algo tangible, los hermosos recuerdos de mi viaje y el contacto con mis colaboradores durante la pandemia fueron una motivación importantísima para seguir adelante. Con mucha alegría, seguimos trabajando juntos en proyectos muy interesantes y nos encontramos planificando los siguientes pasos de nuestra colaboración".

Créditos: Fotografías de Lucas Fennell y de IMPROTUR, Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación (Provincia de Mendoza).
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