“Todo empezó con una bandeja de alfajores”, dice Néstor López para ejemplificar delante de funcionarios que es lo que pasa con Renacer, un emprendimiento de pastelería que comenzó a forjarse en un Proyecto de Intervención (PCI) en Tolosa, La Plata. Allí un trabajo conjunto entre la Dirección Nacional de Readaptación Social del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Patronato de Liberados Bonaerense derivó en un microemprendimiento asociativo productivo donde los liberados trabajan.

“Me gusta ser repostero y tener trabajo para estar más tiempo con mis hijos y mi mujer”, explica Néstor, mientras pone en el horno más pan dulce. Él estuvo tres veces detenido y desde que ingresó en el PCI su realidad cambió y no reincidió en el delito. Hoy espera poder tener su propio negocia y está contento porque se irá de vacaciones.

Hay varios grupos productivos de trabajo. Los que se dedican a la elaboración y comercialización de productos dulces venden la producción a particulares, ONG y oficinas públicas. Lograron participar de la Expodulce 2018, en La Plata, y el año pasado lanzaron el proyecto Navidad Inclusiva, que se repite este año.

La producción de este año ascenderá a 723 cajas navideñas. El año pasado había sido de 300 cajas. “Me cambio la vida. Antes me quedaba en la esquina”, dice Néstor y concluye: “Sigo sumando y quiero más”.

La directora nacional de Readaptación Social, Fiorella Canoni, dijo que descubrió “el potencial que tenía ese lugar” y se preguntó: “¿Qué pasa si armamos un proyecto productivo?”. Para ello se perfeccionó la capacitación y se logró “un proyecto viable y de cambio de vida donde los protagonistas son ellos”.

Canoni detalló que desde su llegada al cargo siempre les “abrieron la puerta”. “Es una alianza muy positiva y nos permite mostrar a otros patronatos el trabajo en conjunto. Son un ejemplo para el resto de los liberados”, explicó.

Facundo Bargalló Benegas, jefe de gabinete de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios y Relaciones con el Poder Judicial y la Comunidad Académica, explicó que se trata “de una posibilidad que tiene la gente que recupera la libertad” y destacó la importancia de la readaptación social: “Trata de vincular a la gente con una oportunidad laboral para alejarla del delito”.

Articulación entre Nación y provincia

Canoni hizo hincapié en el trabajo conjunto con el Patronato de Liberados Bonaerense y en la necesidad de esa relación. El director del PLB, Fabián Leonardi, también detalló la importancia de la “articulación de nuestros supervisados con la realidad”. “Hay una intención de que se nivele la balanza, y le vamos a dar importancia al rol de asistencia y acompañamiento”, dijo. Y concluyó: “La gente necesita una oportunidad y un acompañamiento”.

La posibilidad de cambiar delito por futuro inclusivo: eso destacaron desde la Dirección Nacional de Readaptación Social. Y eso se escucha entre quienes tienen la posibilidad de formar parte del proyecto: capacitarse y trabajar.

“Gracias a estos cursos pude conseguir un laburo”, dice Adam. “El laburo de mi vida, un cambio rotundo, ahora soy ayudante de cocina en una empresa”, cuenta.

Otra de las trabajadoras, Celia, también dice que le cambió la vida. “Formamos un grupo, vendemos y ganamos nuestros propios pesitos”. “Salí hace once meses de la cárcel y empecé a venir acá hace seis. Aprendí muchas cosas y me estoy acomodando”, cuenta David y agrega: “Tenía ganas de crecer”.

“Readaptación Social continúa trabajando de forma constante en el seguimiento y asistencia de las familias, en su camino por reintegrarse a la comunidad y desarrollar sus proyectos de vida. No es sólo un trabajo: los microemprendimientos constituyen la base para sortear otras problemáticas, abrazar una segunda oportunidad y creer en el cambio y el crecimiento posible”, informaron.