Presidencia de la Nación

Un conflicto entre familias que puso en jaque a un barrio se resuelve junto al CAJ

El Centro de Acceso a la Justicia de Gualeguaychú brindó asistencia legal, contención y escucha a vecinos y vecinas de un barrio en conflicto.


En el barrio Munilla de la ciudad de Gualeguaychú, un conflicto entre dos familias enfrentadas durante 20 años requirió de la intervención del Centro de Acceso a la Justicia local para lograr una salida que mejora los vínculos de todo el barrio.

El origen del conflicto se remonta a una casa usurpada y un propietario que no podía recuperarla, situación que fue generando a lo largo del tiempo todo tipo de agresiones entre las dos familias en pugna. En el barrio se creó un clima de violencia que alcanzó también a vecinos, vecinas, niñas y niños a merced de peligros que fueron escalando, incluso hasta producir un incendio en la vivienda de una de las familias en disputa.

En este escenario, las fuerzas policiales y la fiscalía debieron intervenir ante reiterados reclamos de la comunidad para apurar la solución del conflicto. El equipo del CAJ de Gualeguaychú, que desde hace más de tres años brinda asesoramiento jurídico una vez por semana en el CAPS del barrio, fue convocado para dar una respuesta legal, y desde el CAJ se propuso una solución comunitaria profunda, basada principalmente en la escucha y la valoración de toda propuesta realizada por las vecinas y vecinos.

Para lograr el objetivo, se invitó a mediadoras penales del Poder Judicial y se inició un proceso donde fueron escuchados/as más de 40 vecinos y vecinas involucrados/as de manera directa e indirecta en el conflicto barrial. Todos los encuentros se llevaron a cabo entre cuatro y cinco personas en el edificio de Tribunales, cumpliendo todas las recomendaciones preventivas en materia sanitaria. Allí se estableció que lo que se buscaba era una solución pacífica, original, sin precedentes, y que esa solución debía ser diseñada por la propia comunidad.

Esta serie de encuentros puso a la luz un proceso de transformación en el cual gran cantidad de vecinos y vecinas pudieron correrse de la queja, transformando expresiones de malestar en verdaderas propuestas para lograr la paz social.

Finalmente el nudo del conflicto se destrabó entre las partes. Quienes usurpaban la casa dejaron la vivienda y el legítimo propietario pudo recuperarla. Este logro fue tan importante que se llegó a un acuerdo entre todas las partes y se firmó un comodato que permitió abrir un espacio conocido como “La Casa de la Mujer y el Niño”, donde se sirven meriendas dos veces por semana, y donde además se desarrollan talleres de manualidades, constituyendo un verdadero espacio de contención y escucha para muchos vecinos y vecinas que se acercan con diversas necesidades.

Si bien el conflicto no ha sido superado en su totalidad, se pudo dar marcha a un proceso colectivo donde las respuestas partieron no solo desde las instituciones, sino primordialmente de la misma comunidad, que entendió que para salir del caos es necesaria una verdadera unidad vecinal que dé respuesta a los problemas del barrio.

Para el equipo del Centro de Acceso a la Justicia de Gualeguaychú todavía queda un largo camino por recorrer. Quienes llevan adelante el CAJ están plenamente convencidos/as del poder y la potencia que tiene la escucha como una verdadera herramienta transformadora: “Nos sentimos con mucho orgullo de haber aportado nuestro grano de arena en este proceso de transformación barrial”.

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