Mediante el acceso a Internet en el aula, alumnos de segundo grado de una escuela en Córdoba siguen a un médico en su aventura en bicicleta por América.

“Hola Tomás, ¿cómo estás? Yo soy Benja. ¿Te has caído de la bici alguna vez?”

“Hola, soy Cami. ¿Dónde dormís?” ¿Dónde parás para descansar las piernas? ¿Qué hacés cuando llueve? ¿Y cuándo tenés que cruzar un río?”

Desde las aulas de la Escuela Gral. Pedro Aramburu, en Córdoba Capital, los chicos de segundo grado se amontonan entusiasmados para realizar todas esas preguntas y más a través de un video que enviarán desde WhatsApp hasta otro dispositivo ubicado en Alaska, a más de 8.000 kilómetros de distancia de sus pupitres.

Tomás, el destinatario, es Tomás Rébora, médico cordobés que lleva 17 años viajando por el mundo y que desde hace dos está trazando con su bicicleta la ruta que va de Argentina hasta el más extremo noroeste de América del Norte.

Las preguntas y respuestas entre los chicos y Tomás irán y vendrán a lo largo de varios meses, inicialmente como parte de una secuencia didáctica titulada “Conocemos el mundo con una entrevista” y concebida por la docente Romina Macchione, para rápidamente transformarse en algo más: un vínculo afectivo.

A través del servicio de conectividad que Aprender Conectados brinda en las aulas del establecimiento, los chicos graban las preguntas que quieren hacerle y las envían a través de un celular. Las respuestas llegan también en forma de mini-videos donde el profesional les muestra los sitios y responde, con sobrado entusiasmo y carisma, las inquietudes de los chicos.

“Para cruzar los ríos más caudalosos, como este que estoy por cruzar ahora, desarmo la bici y voy cruzando todos mis bártulos de a poco”, relata Tomás, y automáticamente enciende la curiosidad de los chicos.

Mientras, ellos siguen en un mapa interactivo las localidades por donde su nuevo amigo va dejando huella con sus dos ruedas. En paralelo, recurren a YouTube para ver otras entrevistas a Tomás, y a Facebook para ver fotos de los destinos. Por último, y siempre utilizando Internet desde el aula, los chicos investigan algunas de las características de esos lugares.

“Hoy estoy aquí en una escuela en Boquete, Panamá. Qué alegría poder verlos y escucharlos de nuevo, espero que este año nos mantengamos en contacto e intercambiemos muchos videos, audios, información y preguntas. ¡Les dejo un gran abrazo!”, envía tiempo después, algo exhausto de bicicletear pero con la energía intacta.

Marcela Acosta, directora de la escuela, resume la experiencia: “Permitió que los chicos extendieran el aula hacia afuera y saltaran sus paredes. Fue muy movilizante porque incentivó el trabajo en red en otros docentes y cursos que en breve harán experiencias similares”.

Los chicos, además de divertirse, desarrollaron su oralidad, el pensamiento creativo, la lectura y la habilidad de buscar, recopilar y procesar información integrando distintas tecnologías, entre otras capacidades.
En el camino, se animaron a descubrir y a viajar por una gran porción del mundo.

1873 escuelas conectadas en Córdoba

Al igual que el médico viajero Tomás Rébora, ya eliminaron sus fronteras las aulas de 1.873 escuelas de Córdoba, lo que beneficia a 313.165 estudiantes de la provincia.

Con fibra óptica, coaxil, radioenlaces y, en el caso de zonas rurales o de difícil acceso, con tecnología satelital, en todo el país son 16.858 las escuelas de gestión pública que cuentan con acceso a Internet en sus aulas para uso pedagógico.

"A cada escuela que llegamos nos reciben con los brazos abiertos y con mucha emoción. Internet en las aulas significa potenciar el uso de los dispositivos tecnológicos, trabajar con nuevos lenguajes y ampliar los caminos de acceso al conocimiento", dice Liliana Casaleggio, titular de EDUCAR Sociedad del Estado.

La provisión de Internet en las escuelas, que el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología realiza a través de EDUCAR, se enmarca dentro de la iniciativa Aprender Conectados que tiene como objetivo garantizar la alfabetización digital para el aprendizaje de las competencias y los saberes propios de la cultura digital y la sociedad del futuro.

Aprender Conectados incluye la instalación, integración y puesta en marcha de la conectividad y de la infraestructura tecnológica para la provisión de WiFi en las aulas de todas las escuelas del país, con su posterior y permanente control y verificación del funcionamiento del servicio.