El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, realizó este lunes 12 de diciembre el primer acto de gestión de su tercer mandato al frente de la cartera laboral.

Tomada colocó una faja negra en las fotos de los que fueron ministros de trabajo en los gobiernos de facto, con la consigna “funcionario de gobierno de facto- para no olvidar” en conmemoración de la declaración Universal de Derechos Humanos y la Recuperación de la Democracia.

La última dictadura cívico-militar dentro de su plan sistemático de exterminio, atacó particularmente al movimiento obrero, estimándose que aproximadamente un tercio de los detenidos-desaparecidos por dicho régimen se desempeñaban en funciones de representación sindical.

Tomada sostuvo que “la recuperación de los derechos de los trabajadores fue, es y seguirá siendo una tarea permanente en esta lucha contra el trabajo no registrado, por el descenso de la desocupación y la definitiva erradicación del trabajo infantil”.

Durante el acto que se desarrolló en el piso 18 del Ministerio, donde se encuentra la galería de fotos de todos aquellos que fueron ministros de Trabajo, Tomada estuvo acompañado por la secretaria de Trabajo, Noemí Rial; el secretario de Empleo, Enrique Deibe, el subsecretario de Políticas de Empleo, Matías Barroetaveña y el subsecretario de Relaciones Laborales Alvaro Ruiz, entre otros funcionarios.

Al término del acto, Tomada manifestó que “dimos cumplimiento a la última resolución que firmé como ministro la semana pasada, y que hoy hago efectiva como primer acto de gobierno de esta nueva gestión, acompañando a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”.

“Este es un gesto de carácter simbólico porque creemos que la Justicia se alcanza también con memoria y con verdad”, expresó.

La cartera laboral también estuvo ocupada por funcionarios designados por regímenes de facto que fueron funcionales y estuvieron comprometidos con las políticas antipopulares de diversas dictaduras cívico-militares. La defensa de los derechos humanos es política de Estado del Gobierno nacional y la democracia se nutre y fortalece con la plena vigencia de los derechos humanos en sus diversas manifestaciones.

Es necesario recordar lo acaecido y transmitir a través del tiempo la verdad histórica, con prioritario destino en las nuevas generaciones, en vista a alcanzar la justicia con memoria y verdad.