La secretaría de Derechos Humanos, junto a la subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, señalizó esta mañana el Estadio Diego Armando Maradona de la ciudad de La Plata en homenaje a Javier Martin Gerez, asesinado por la policía bonaerense el 10 de junio de 2013, durante los incidentes entre hinchas y efectivos de la provincia en el partido que jugaba Lanús contra Estudiantes.

Esta señalización forma parte de una política que lleva adelante la Secretaría de Derechos Humanos para recordar a las víctimas de graves hechos de violencia institucional y expresar el repudio del Estado frente a los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad, para que estos hechos no ocurran nunca más.

Participaron del acto el secretario Horacio Pietragalla Corti, el subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Matías Moreno, y el presidente del Club Atlético Lanús, Luis Chebel.

Durante su intervención el secretario afirmó:
"Esta es la primera vez que señalizamos un estadio deportivo. Todos y todas los que vamos a la cancha sabemos que muchas veces hay violencia policial. No podemos naturalizar estas acciones, no pueden seguir sucediendo".

"Tenemos que visibilizar estas cuestiones para que haya conciencia, memoria, verdad y justicia y no vuelvan a repetirse nunca más", agregó Pietragalla.

Estuvieron presentes, además, el director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Mariano Przybylski; el director de Políticas contra la Violencia Institucional de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires; Ignacio Álvarez, junto con los familiares, compañeros, compañeras, amigos y amigas de la víctima, todos acompañando a la madre de Javier, Argentina Leyes.

El caso
El 10 de junio del 2013, en este Estadio Diego Armando Maradona, jugaban Lanús contra Estudiantes. Cuando el partido ya había comenzado, y ante las demoras para ingresar, se produjeron incidentes entre algunos hinchas de Lanús e integrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

En ese contexto, un grupo de policías disparó con sus escopetas de balas de goma a muy corta distancia contra hinchas de Lanús, entre los cuales se encontraba Javier Gerez, quien recibió un balazo en el pecho. Javier cayó con su entrada en la mano, apretándosela contra la herida. Estaba a tan corta distancia de los policías que la perdigonada de la Ithaca 37 le produjo un agujero de cuatro centímetros en el tórax.

Luego de un juicio oral, llevado a cabo en el año 2016, se absolvió al policía imputado porque no se pudo determinar cuál de los tres agentes intervinientes fue el que mató a Javier. Se ordenó a la Fiscalía profundizar la investigación en relación a otro policía, pero la causa fue archivada.

El asesinato del “zurdo”, como lo llamaban sus seres queridos, motivó que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidiera que los partidos de Primera División sólo se jugaran con público local.