En el Centro Cultural Kirchner, se presentaron los principales hallazgos de la Evaluación del Programa Puntos de Cultura: la sostenibilidad y valoración de una política pública durante sus primeros diez años, realizada por la subsecretaría de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete de Ministros en articulación con la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión del Ministerio de Cultura. El informe presentado sistematiza los principales aspectos del programa que contribuyen a la democratización de la cultura mediante la sostenibilidad de las actividades culturales y artísticas de las organizaciones sociales y las comunidades indígenas.

El acto estuvo presidido por el Ministro de Cultura, Tristán Bauer; la directora de Planificación y Seguimiento de Gestión del Ministerio, Julia Houllé; la Secretaría de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani; y la Directora de Seguimiento y Evaluación de la Gestión de la SSFI, Eva Arias. Además, estuvieron presente el Subsecretario de Fortalecimiento Institucional, Alejandro Grillo; el Secretario de Gestión Cultural, Federico Prieto; el jefe de la Unidad de Gabinete de Asesores, Esteban Falcón; la Directora de Programas Sociocultural y los equipos técnicos que participaron del estudio (Puntos de Cultura, DPySG y la DNFCG).

Tristán Bauer enfatizó la importancia de la cultura popular, y cómo ella justifica la existencia de esta política. “El Programa Puntos de Cultura es la idea de concebir a esa cultura que surge del pueblo, y no un ministerio rector que baja, diseña y genera políticas; sino más bien uno que también genera, pero fundamentalmente acompaña e impulsa", afirmó el ministro.

Eva Arias fue la encargada de presentar los resultados y hallazgos del estudio, y destacó su diseño operativo flexible y abierto a las experiencias y necesidades de su población destinataria. Además, resaltó que la sostenibilidad de la iniciativa se centra en el vínculo e intercambio entre las organizaciones y el programa.

Por su parte, Ana Castellani destacó la evaluación como un proceso de aprendizaje institucional para mejorar la gestión estatal y brindar un mejor servicio público: “Es fundamentalmente un aprendizaje para los equipos, para mejorar la calidad de sus acciones, ver sus puntos fuertes y qué puntos hay que mejorar”, explicó Castellani.

Julia Houllé señaló que la presentación de los resultados de la Evaluación de Puntos de Cultura es la culminación de un proceso que estuvo integrado también por la elaboración de dos insumos fundamentales para la gestión del Programa, por parte de la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión del Ministerio: la Memoria Institucional (presentada en el Encuentro Nacional de Puntos de Cultura 2022, nutrió la primera etapa de la Evaluación) y la Base Histórica de Puntos de Cultura 2011-2021. Esta última se confeccionó ante la necesidad de contar con un registro unificado de todas las organizaciones de cultura comunitaria que fueron beneficiarias del Programa entre 2011 y 2021. Los insumos principales que se utilizaron en su elaboraciones fueron: la información brindada por las organizaciones al Registro Federal de Cultura y de relevamientos del Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA), ambos dependientes de la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión, y las resoluciones de ganadores de las distintas convocatorias publicadas en el Boletín Oficial. Luego de la publicación de los resultados de la 8va Convocatoria (2022) de Puntos de Cultura, la base se actualizó para incorporar a las nuevas organizaciones beneficiarias del Programa. La Base Histórica 2011-2022 está integrada por 2.147 organizaciones de todo todo el país y pronto estará disponible en Datos Abiertos. A su vez, el equipo de la DPySG elaboró un mapa interactivo donde se pueden visualizar los puntos de cultura georeferenciados en todo el país, por gestión de gobierno.

Otro insumo fundamental para la evaluación fue la Encuesta a Puntos de Cultura mediante la cual se consultó a las propias organizaciones sobre diferentes aspectos del programa. De esta forma, se culminó un proceso que permitió dimensionar el alcance del Programa Puntos de Cultura en sus primeros 10 años y dio cuenta de los factores claves para su sostenimiento. Además el trabajo permitió caracterizar de manera integral a las organizaciones sociales y comunidades indígenas que lo integran, y a las que la gestión de Bauer puso en valor ampliando significativamente el alcance de la política.