Se entregaron los Premios Trayectoria 2023 del Fondo Nacional de las Artes
El galardón se otorga a grandes figuras de la cultura nacional. Norma Aleandro obtuvo el Gran Premio y también fueron reconocidas y reconocidos Estela de Carlotto, Daniel Santoro, Luis Gusmán, Pacho O’Donnell, Graciela Taquini, Rodolfo Medero, Edgardo Borda, Miguel Pereira, Élida Salteño, Mariana Sirote, Rubén Szuchmacher, Ángela Vassallo, el Estudio Evans y la familia Anconetani.
El miércoles 15 de noviembre se realizó la 60ª edición de los Premios Trayectoria, un reconocimiento del Fondo Nacional de las Artes (FNA) para aquellos creadores y gestores culturales que hicieron de su obra un aporte fundamental a la identidad del país.
En lo que supo ser la casa de Victoria Ocampo, hoy sede del FNA, se realizó la ceremonia que premió a la familia de luthiers Anconetani en Patrimonio; el emblemático director Edgardo Borda en Audiovisuales-Televisión; Estela Barnes de Carlotto en Derechos Humanos y Gestión Cultural; Estudio Evans (Silvia de Schiller y John Martin Evans), pioneros por su perspectiva ambientalista en Arquitectura; Luis Gusmán, autor del imprescindible El Frasquito en Letras; el gran bandoneón Rodolfo Mederos en Música; Pacho O’Donnell en Gestión Cultural; el cineasta Miguel Pereira (La Deuda Interna) en Audiovisuales-Cine; la chaqueña Élida Salteño en Artesanías; la singular y comprometida paleta de Daniel Santoro en Artes Visuales-Pintura; Mariana Sirote, innovadora de la disciplina en la Patagonia, en Danza; el polifacético Rubén Szuchmacher en Teatro y dos mujeres que le dieron otra impronta a sus campos de producción: Graciela Taquini en Artes Visuales-Videoarte y Ángela Vassallo en Diseño.
Al cumplirse 40 años de democracia, el reconocimiento en Derechos Humanos y Gestión Cultural fue para Estela Barnes de Carlotto. El ministro de Cultura Tristán Bauer fue el encargado de hacer entrega del premio a Valentina Carlotto (nieta) ya que por motivos de salud, la Abuela de Plaza de Mayo no pudo asistir.
“Lo único que tenemos como sociedad y como humanidad es un agradecimiento infinito a Estela. Lo que hicieron esas mujeres nos marca para siempre. Juntas lucharon, juntas encontraron a los nietos y también, juntas fueron secuestradas y asesinadas. No vamos a volver a ese espanto. Hoy más que nunca, desde la alegría, la esperanza y la cultura vamos a tomarnos de la mano y a construir más democracia. Gracias a todos los artistas que lucharon y que han dejado su testimonio”, expresó el ministro Bauer. Valentina Carlotto agradeció el premio en nombre de su abuela y reafirmó la importancia de la democracia como único camino posible para la Argentina.
El ministro Bauer también tuvo el honor de entregar el premio en Gestión Cultural a Mario “Pacho’ O’Donnell. El ministro le agradeció a O’Donnell por su enseñanza permanente y por ser un ejemplo de vida. “Su vida es como una estela de los poetas. En su narrativa nos habla de la patria, de la memoria y del futuro”, mencionó.
Al tomar la palabra, Pacho O’Donnell recordó cuando asumió como Secretario de Cultura en 1993. “Nos propusimos darle a la cultura un fundamento administrativo y legal. Pudimos conseguir presupuesto propio, leyes para el cine y para el teatro, lograr la anarquía del Teatro Cervantes y la Biblioteca Nacional. Ese camino no fue fácil, se logró a través de la lucha”, comentó O’Donnell.
Diana Saiegh, presidenta del FNA contó acerca del criterio federal, diverso e inclusivo del Premio que pone el acento en la necesidad de entender a la cultura argentina como una suma de identidades regionales. Saiegh además, reafirmó el carácter político de la cultura.
“Hoy no soy la arquitecta ni la directora del FNA, hoy soy alguien que manifiesta que tenemos que tomar el compromiso de ir por un sí la cultura, sí la educación y salud pública, sí por tener un Estado que nos defienda. Tenemos que mirar el futuro, no podemos ir para atrás”.
El Gran Premio a la Trayectoria fue para la actriz Norma Aleandro y fue recibido por hijo Oscar Ferrigno quien agradeció al FNA por haber hecho muy feliz a su madre con el reconocimiento. “Le generó mucha alegría este reconocimiento y desea que la alegría se extienda a todos, sobre todo en este momento, para que no se repita ni el exilio ni esas noches oscuras”.
El auditorio se emocionó con las palabras de la alfarera chaqueta Élida Salteño, premiada en la categoría Artesanías. “Yo no tengo letra, lo que sé lo aprendí de mi abuela. El trabajo es lo que me llevó adelante. Hoy tengo mi trabajo y mis hijos y mis nietos pueden ir a la escuela”, comentó la artista que además forma parte, junto a Daniel Santoro y Graciela Taquini, de la exposición que se encuentra en la galería del FNA.
El escritor Luis Guzmán recibió el premio en Letras y recordó que se cumplen 50 años de la publicación de El Frasquito, su primer libro censurado por la última dictadura cívico-militar. “Mi literatura fue una política de la lengua para una lengua política. Ni Muerto has perdido tu nombre es el libro que elijo, porque si existe el nombre de esa manera la palabra desaparecido no puede existir más”.
Daniel Santoro, quien recibió el premio en Artes Visuales- Pintura, agradeció al FNA y a su familia por acompañarlo en toda su carrera. En sintonía con el resto de los premiados, hizo mención a lo angustiante del momento local y mundial. “Tenemos para angustiarnos por dentro y por fuera”, expresó con ironía el artista.
Rodolfo Mederos, galardonado en la categoría Música, recordó su infancia y el esfuerzo de su padre, trabajador ferroviario, para comprarle su primer bandoneón. “Es curioso, la vida me fue premiando. Hago esta música porque me hace feliz, me completa, le da sentido a la vida, al amor que tengo por mi mujer y por mis hijos. Para mí hacer esta música, que representa lo genuino de un pueblo, nunca fue un trabajo. Hoy me preguntaron si estoy jubilado y yo respondo que vivo en júbilo”, dijo emocionado.
Graciela Taquini, premiada en Artes Visuales -Videoarte dedicó el premio a todas las mujeres compañeras artistas, ya que su arte siempre se hace con los demás. También recordó el trabajo de Jorge Prelorán sobre el Malón de la Paz, que tanto años después vuelve a instalarse en Buenos Aires en defensa de los recursos naturales. “El agua vale más que el oro”, enfatizó.
Ángela Vassallo, premiada en Diseño se mostró muy emocionada con el reconocimiento y contó que le cuesta mucho hablar en público. “Hago diseños hace 60 años y no me esperaba este gran premio y hasta lloré cuando me enteré”, dijo entre risas la artista.
La neuquina Mariana Sirote reconocida en Danza agradeció la presencia del Estado en las políticas destinadas a la danza contemporánea recordó a sus compañeros y maestros actuales como aquellos de los inicios. “Siempre reconozco a mis maestros y a mis colegas porque sin ellos no hay equipo, producción ni obra”.
Acompañado por sus familiares, el gran hacedor de la televisión argentina, Edgardo Borda reconocido en Audiovisuales-Televisión, destacó el espíritu combativo de la televisión. “La TV siempre fue perseguida, en principio se pensaba que le iba a quitar trabajo a la gente y hoy vemos que fue todo lo contrario. La TV nació peleando, hay que recordar eso”.
Rubén Szuchmacher premiado en Teatro, dedicó el premio a todas las personas con las que trabajó. “La gente del teatro somos artistas políticos y colectivos, muchas personas trabajando y debatiendo. Celebro que haya una institución que reconoce nuestras historias. Es importante el premio porque simboliza ese pasado que lo hacemos presente”, mencionó.
El director de cine jujeño, Miguel Pereira reconocido en Audiovisuales-Cine, recordó el arduo trabajo que fue para los provincianos dar a conocer su arte. Además, se refirió al momento actual: “El arte es lo más transversal que tenemos para unirnos como argentinos y es la única forma posible de mediar y sentir que formamos parte de una cultura única”, concluyó.
También hubo premios a dos familias: para la familia de luthiers Anconetani en Patrimonio y para el Estudio Evans, de Silvia de Schiller y John Martin Evans, pioneros por su perspectiva ambientalista en Arquitectura
Julián Evans recibió el premio en nombre de sus padres. “Es un gran honor recibir este premio. Mi hermana y yo estamos orgullosos de la tarea de nuestros padres que se dedicaron por 40 años a formar profesionales comprometidos con la arquitectura y el medio ambiente“.
Aída Anconetani recibió el premio en nombre de la familia. Aída mencionó que si bien ella pertenece a la 3ra. generación que cuida patrimonio familiar y de todos las y los argentinos, ya son cinco generaciones dedicadas a la tarea. “Mi bisnieta tiene dos años y ya se acerca y acaricia los bandoneones en el mismo taller que mi abuelo llamó “La Perfección, acordeones argentinos”. Mi abuelo inmigrante italiano sintió que argentina merecía ser vivida. Estoy orgullosa de recibir esto en nombre de la familia".
La ceremonia finalizó con una sorpresa. Miguel Cantilo se hizo presente y cantó a coro junto a los presentes sus clásicos Marcha de de bronca y Dónde va la gente cuando llueve, mientras la tormenta se hacía presente en Buenos Aires.