Presidencia de la Nación

Santa Fe: fue condenado a prisión perpetua el exmilitar Alberto Jaime por el homicidio de una joven estudiante

Es la primera condena para el exmiembro del Destacamento de Inteligencia Militar 122 en el juicio que lo tuvo como único imputado por el asesinato de Yolanda Ponti.


El Tribunal Oral Federal 1 de Santa Fe condenó hoy a prisión perpetua al ex militar Alberto José Jaime como autor del homicidio de Yolanda Ponti el 1 de diciembre de 1976 en el centro de la ciudad de Santa Fe.

Ponti tenía apenas 18 años, era estudiante de la carrera de Asistente Social y militaba en la Juventud Universitaria Peronista de la ciudad de Santa Fe. Se trasladaba en un colectivo urbano cuando miembros del Ejército y la policía de Santa Fe interceptaron el vehículo y la asesinaron.

Jaime, quien durante la dictadura era conocido con los apodos de "Amorfo" o "Bestia", estuvo a cargo del operativo: su intervención quedó plasmada en un sumario que instruyó el Ejército a partir de la muerte de uno de los integrantes del grupo de tareas.

El acusado era integrante del Destacamento de Inteligencia Militar 122 y esta es la primera condena que recibe por crímenes de lesa humanidad ya que permaneció prófugo de la justicia más de 4 años.

El Tribunal, integrado por Luciano Lauria, José María Escobar Cello y Elena Beatriz Dilario, dispuso que cumpla la pena en una prisión común del Servicio Penitenciario Federal cuando la sentencia quede firme. Mientras tanto, continuará con arresto domiciliaria en la Ciudad de Buenos Aires.

Hoy en Argentina se están llevando adelante más de 15 juicios orales en diferentes provincias y la Secretaría de Derechos Humanos es querellante en dos de cada tres de esas causas. Desde la vuelta de la democracia, ya fueron condenados por la justicia más de 1100 genocidas. Podés encontrar estos y otros datos en juiciosdelesahumanidad.ar, una web que reúne la información de todos los debates, con seguimiento de testimonios, sentencias y audiencias en vivo.

Los juicios no pueden esperar. Las víctimas tampoco.

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