La Secretaría de Derechos Humanos a través de la directora nacional de Sitios y Espacios de Memoria, Lorena Battistiol; el Juez Federal, Daniel Rafecas; representantes de la empresa AUSA, junto a trabajadores y trabajadoras del Espacio para la Memoria ex CCDTyE “Club Atlético”, integrantes de la Comisión de Trabajo y Consenso, organismos de derechos humanos, organizaciones sindicales, sobrevivientes y familiares de personas detenidas-desaparecidas en ese centro clandestino, recorrieron el sitio para precisar el estado de cumplimiento de los convenios firmados y visualizar los trabajos arqueológicos que ya se realizan sobre algunos sectores puntuales.

Veinte años después del comienzo de la primera excavación, el terraplén de tierra que cubría el ex centro clandestino fue removido y, finalmente, se puede empezar a trabajar para desenterrar el resto del lugar. Este fue un reclamo histórico de organismos de derechos humanos, sobrevivientes y familiares de víctimas del terrorismo de Estado.

El inmueble donde funcionó el centro clandestino pertenecía al Servicio de Aprovisionamiento y Talleres de la División Administrativa de la Policía Federal Argentina y formó parte del circuito represivo conocido como ABO (Atlético-Banco-Olimpo), tres centros clandestinos que funcionaron de manera consecutiva y bajo el control de los mismos grupos de tareas, dependientes del Primer Cuerpo de Ejército y del Batallón de Inteligencia 601 e integrados por efectivos de la Policía Federal, el Ejército, el Servicio Penitenciario Federal y Gendarmería. En 1978, el edificio fue demolido para la construcción de la autopista 25 de Mayo y las personas secuestradas que aún permanecían en el “Club Atlético” fueron trasladadas a “El Banco”.

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