Una contribución real a la seguridad operacional de la aviación se produce cuando se pueden verificar cambios efectivos en el sistema aeronáutico, en línea con lo recomendado en los Informes de Seguridad que publica la JIAAC.

Es decir que el verdadero impacto de la investigación de accidentes no sólo depende de la investigación realizada sino del cumplimiento de las recomendaciones emitidas.

Para ello es necesario que los destinatarios de las Recomendaciones de Seguridad Operacional (RSO) analicen su factibilidad y adopten las acciones de prevención pertinentes.

A través de la Resolución 55/2017 publicada el 1º de junio en el Boletín Oficial, se estableció que las personas físicas o jurídicas y los organismos competentes a quienes vayan dirigidas las RSO “deberán informar las acciones tendientes a dar cumplimiento de las que hayan sido puestas a su cargo”.

La obligación comprende tanto a sujetos tanto de origen nacional como extranjero, y de carácter privado, público o mixto.

En el artículo 2, especifica que “la remisión de esa información deberá realizarse en un plazo no mayor a 60 días hábiles, a partir de la notificación de la Resolución JIAAC por la cual se aprueba el Informe Final”

Por último, explica que el órgano encargado recibir y analizar los informes de las acciones a realizar, es la Dirección Nacional de Control de Gestión y Desarrollo, a cargo de Juan Mangiameli.

Este órgano es el encargado de realizar el seguimiento de las RSO, controlar su cumplimiento, relevar y mantener la base de datos con las recomendaciones producidas y generar estadísticas de siniestralidad.