Puntos de Cultura es el programa del Ministerio de Cultura de la Nación que tiene como objetivo fortalecer y consolidar el trabajo de las organizaciones sociales comunitarias y las comunidades indígenas de todo el país, promoviendo la inclusión social, las identidades locales, la participación popular y el desarrollo regional a través del arte y la cultura.

Desde los inicios de la gestión se amplió el alcance y presupuesto de este programa, se llevaron adelante visitas institucionales a los proyectos, encuentros nacionales, capacitaciones y se duplicó la cantidad de personal técnico que conforma el equipo. Durante la pandemia se realizó la inversión más grande en la historia del programa, y 1172 organizaciones recibieron el subsidio por primera vez.

En este contexto, la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión del Ministerio de Cultura de la Nación, acompañó esta decisión política con diferentes acciones, una de ellas es la elaboración del informe que caracteriza las organizaciones que recibieron apoyo en los primeros 10 años.

Características de las 1836 organizaciones que fueron beneficiarias del programa Puntos de Cultura entre 2011 y 2021

Alcance y distribución geográfica
El 93% de las 1836 organzaciones fue seleccionado una o dos veces. En el año 2020, en pandemia, el Programa Puntos de Cultura llegó a su pico máximo de beneficiarios, triplicando su alcance respecto de 2016 (año de mayor alcance hasta ese momento). Es decir que los años de pandemia, lejos de ser un impedimento para la expansión de esta política, la ampliaron: el 64% de las organizaciones (1172) recibió el subsidio por primera vez entre 2020 y 2021.

SEGÚN PERÍODO DE INGRESO A PUNTOS DE CULTURA:

En relación a la distribución territorial, el 60% de las organizaciones se encuentra fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de las capitales provinciales. Esta variable da cuenta de que se trata de una política que tiene un elevado nivel de descentralización. En el caso de la provincia de Buenos Aires, la región de Cuyo y Patagonia este porcentaje representa más del 75% de las organizaciones.

Actividades y públicos destinatarios
La mayoría (85%) de los puntos de cultura que funcionan como espacios (según se inscribieron en el Registro Federal de Cultura) realiza actividades de formación cultural/artística (cursos, talleres, clases, seminarios, etc.), presentación de espectáculos en vivo (46%), ferias de economía popular (31%) y actividades deportivas (26%). A su vez, entre las organizaciones sin espacio, las actividades principales son: la creación y/o a la formación artística (21%), y la educación popular (8%). El 58% de los Puntos de Cultura realiza actividades destinadas a juventudes y el 48% realiza actividades orientadas a niñeces-infancias.

Formalización, antigüedad y tipo de gestión de las organizaciones
La mitad de las organizaciones seleccionadas entre 2020 y 2021 están formalizadas, es decir que cuentan con personería jurídica. Los tipos de personería jurídica más comunes son: asociación civil (65% de las formalizadas), fundación (14%) y cooperativas (11%). Si bien no se observan grandes diferencias entre las distintas regiones del país, las organizaciones de CABA y Cuyo tienden a tener un porcentaje de formalización mayor que el resto.

La mayoría (89%) de las organizaciones que recibieron el subsidio en 2021 funciona hace más de 5 años. El 46% existe hace más de 10 años; el 43% existe hace más de 5 años pero menos de 10; y solo el 11% existe hace menos de 5 años. Se observa un vínculo entre la antigüedad de las organizaciones y su grado de formalización: el 70% de las organizaciones que existen hace más de 10 años tiene personería jurídica, mientras que esta proporción baja al 37% entre las que existen hace menos de 10 años.

En lo que refiere al tipo de gestión, la mayoría tiene gestión comunitaria (63%) o privada/ independiente (33%).

Los Puntos de Cultura que se incorporaron al programa en pandemia
El 88% de las organizaciones seleccionadas en 2020 no habían sido seleccionadas anteriormente. La distribución territorial de las que ingresaron al Programa durante la pandemia (2020) es similar al resto de las organizaciones: el 60% se encuentra por fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las capitales provinciales del país. En el caso de la provincia de Buenos Aires, la región de Cuyo y Patagonia este porcentaje representa más del 80% de las organizaciones.

Los Puntos de Cultura en el Registro Federal de Cultura
El Registro Federal de Cultura, además de ser la plataforma mediante la cual se accede a las convocatorias del Ministerio de Cultura, se utiliza como fuente para la producción de información acerca de los programas, sus destinatarios, destintatarias y otros indicadores que permiten analizar la política de manera integral.

Espacios culturales comunitarios
El 58% de los puntos de cultura que fueron beneficiarios del programa en 2021 se inscribieron en el Registro Federal de Cultura como espacios culturales (697). A continuación, detallamos sus características principales:

• Se trata en su mayoría de centros culturales (29%) y centros comunitarios -comedores, merenderos, etc- (16%).
• La mitad (50%) se encuentra en una zona urbana y el 37% en un barrio popular. Al mismo tiempo, el 60% se encuentra por fuera de ciudades capitales -misma distribución que la que se observa en el total de los casos-.
• En relación a la conectividad del espacio, el 73% tiene acceso a internet, el 64% tiene wi-fi y el 26% cuenta con computadoras para uso del público. El porcentaje de los espacios que tienen acceso a internet aumenta al 81% entre los que se encuentran en zonas urbanas y disminuye al 65% en los espacios emplazados en barrios populares.

• En lo que refiere a las condiciones edilicias de los espacios, 7 de cada 10 organizaciones definen su estado como “bueno” o “muy bueno”. Más del 90% cuenta con agua potable, instalación eléctrica y sanitarios. Solo el 36% tiene gas natural.
• Al analizar las políticas de accesibilidad, se observa que la mitad está adecuado para el acceso de personas en sillas de ruedas y el 15% cuenta con políticas de accesibilidad orientadas a personas con discapacidad visual y/o auditiva.
• El 62% de los espacios realiza actividades de sensibilización para la prevención de las violencias de género, el 45% realiza asesoramiento para la asistencia y el acompañamiento de casos de violencia de género en su comunidad y el 42% cuenta con un protocolo de intervención. En el caso específico de los espacios que están en barrios populares (257): el 65% realiza actividades de sensibilización para la prevención de las violencias de género, el 51% cuenta con asesoramiento para la asistencia y el acompañamiento de casos de violencia de género en su comunidad y el 43% cuenta con un protocolo de intervención.
• El 28% están también registrados en el CENOC (Registro Nacional de Organizaciones Comunitarias), el 9% en el Registro Nacional de Comedores y/o Merenderos Comunitarios y el 7% en el Registro de la CONABIP.

Los puntos de cultura más antiguos
El 46% de las organizaciones que fueron beneficiarias del programa en 2021 existe hace más de 10 años. Estos Puntos tienen una serie de características que los diferencian de aquellos que existen hace menos tiempo:

• Están más formalizados. El 70% de las organizaciones que existen hace más de 10 años tiene personería jurídica, mientras que este porcentaje baja al 37% entre las que existen hace menos tiempo.
• Tienen vínculo con el programa hace más tiempo. Si bien la mayoría de las organizaciones que integran la base unificada entraron al programa entre 2020 y 2021, al analizar las organizaciones más antiguas se observa que el 30% quedó seleccionada por primera vez a una convocatoria entre 2011 y 2017. En el caso de las organizaciones que existen hace menos de 10 años, sólo el 6% se vinculó con el programa antes de 2020.
• Funcionan en un espacio. Cerca del 70% de las organizaciones que existen hace más de 10 años se inscribió en el Registro Federal como un espacio cultural, mientras que este porcentaje baja al 50% entre las organizaciones más nuevas.
• Son propietarios de los espacios en los que funcionan. El 34% de las organizaciones que existen hace más de 10 años son propietarias de sus espacios, mientras que este porcentaje baja al 14% entre las más nuevas. Sin embargo, entre las más antiguas también destaca la relación de comodato/ cesión del espacio (39%). En el caso de las organizaciones que existen hace menos tiempo, la mayoría alquila (40%).
• Sus espacios tienen mejores condiciones edilicias. Más del 90% de los espacios -sin importar su antigüedad- cuenta con agua potable, sanitarios e instalación eléctrica. Además, entre los que existen hace más de 10 años, el 40% tiene gas natural (entre los que existen hace menos tiempo, este porcentaje baja al 32%) y el 48% calefacción (porcentaje que baja al 34% entre las organizaciones más nuevas). Ante la pregunta por el estado edilicio del espacio en el que funcionan, el 75% de las organizaciones más antiguas respondió “bueno” o “muy bueno”, mientras que este porcentaje baja al 66% entre las más nuevas.
• Tienen un mayor grado de conectividad. El 79% de las organizaciones que existen hace más de 10 años tiene acceso a internet, el 69% tiene wifi y el 32% cuenta con computadoras para uso público. Entre las que existen hace menos tiempo, estos porcentajes bajan a 66%, 59% y 20%, respectivamente.
• Tienen un menor desarrollo de políticas asociadas a géneros y diversidad. Solo el 35% de las organizaciones que existen hace más de 10 años cuenta en sus espacios con protocolos de intervención para situaciones de violencia de género, mientras que entre las que existen hace menos tiempo este porcentaje asciende al 47%.

Los que existen hace más de 10 años en barrios populares se caracterizan por:

• El 20% son centros comunitarios (comedores, merenderos, etc), mientras que este porcentaje baja al 8% entre los espacios que se encuentran en zonas urbanas. En los barrios populares o parajes rurales también destacan las bibliotecas populares, espacios culturales indígenas, las radios y los clubes de pueblo.
• El 39% de los que se encuentran en barrios populares o parajes rurales realizan actividades deportivas, mientras que este porcentaje baja al 18% entre los que se encuentran en zonas urbanas.
• El 71% realiza actividades destinadas a infancias, mientras que este porcentaje baja al 52% entre los que funcionan en zonas urbanas.

Con estos informes, la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión pone a disposición de la comunidad y de los equipos técnicos información clave para que el programa continúe creciendo y acompañando la decisión política del Ministerio de Cultura de la Nación de adoptar y fomentar una noción amplia del concepto de cultura a través del fortalecimiento de la cultura viva comunitaria.

Principales hallazgos
Infraestructura cultural no pública de gestión comunitaria. El 58% de los puntos de cultura que fueron beneficiarios del programa en 2021 se inscribieron en el Registro Federal de Cultura como espacios culturales. Hay 697 espacios en funcionamiento en las seis regiones del país, que en su mayoría tienen acceso a internet (73%), agua potable, instalación eléctrica y sanitarios (más del 90%). La mitad está adecuado para el ingreso de personas en silla de ruedas y 6 de cada 10 realiza actividades de sensibilización para la prevención de las violencias de género. El 37% de los espacios (257) se encuentra en barrios populares.

Los puntos de cultura más antiguos. El 46% de las organizaciones que fueron beneficiarias del programa en 2021 funciona hace más de 10 años. Estas 548 organizaciones tienen una serie de características distintivas: tienden a concentrarse por fuera de las ciudades capitales, tienen un mayor grado de formalización, son propietarias de los espacios en los que funcionan.

Nuevas destinatarias en contexto de pandemia. En el año 2020 el Programa llega a su pico máximo de beneficiarios, triplicando su alcance respecto de 2016 (la convocatoria que mayor alcance había tenido hasta el momento). El 88% de las organizaciones que quedaron seleccionadas en la sexta convocatoria no habían sido seleccionadas anteriormente. Al analizar las características de estas 809 organizaciones (nuevas destinatarias) y compararlas con las que ya tenían un vínculo previo con el Programa, no se observan diferencias marcadas en lo que refiere al grado de formalización, la antigüedad y su ubicación geográfica.