Programación y Robótica para niñas y niños en el Punto Digital Lago Posadas
El espacio de conectividad, ubicado en la provincia de Santa Cruz, desarrolla una enriquecedora experiencia de trabajo en conjunto con el jardín maternal local.
Con la finalidad de promover el vínculo de niñas y niños con la tecnología, desde febrero de este año el Punto Digital Lago Posadas comenzó a trabajar junto al Jardín Maternal Comunal “Los Pingüinitos” contenidos relacionados a Programación y Robótica.
Para ello, el Punto utiliza un robot educativo adquirido por la Comisión de Fomento de Lago Posadas. El taller se realiza de manera semanal dividido en dos grupos etarios, y está previsto que acompañe a las niñas y los niños durante todo el año.
Los niños y niñas se reúnen una vez a la semana en la Sala del Microcine del Punto Digital acompañados por la docente de Nivel Inicial Camila Latyn y una colaboradora. Allí, son recibidos por el profesor y coordinador del espacio, César Aquino, y por “Qobo”, un robot con forma de caracol con el cual aprenden a dar instrucciones mediante tarjetas. Las y los pequeños se divierten indicándole que avance, gire, baile, haga sonar el silbato de un tren o cambie de color, entre muchas otras opciones.
El objetivo de esta iniciativa es que las personas de entre 2 y 5 años puedan desarrollar habilidades tecnológicas y al mismo tiempo fomentar su creatividad y trabajo en equipo en un entorno seguro y controlado. Asimismo, constituye una herramienta de gran relevancia para esta pequeña localidad situada en el noroeste santacruceño, con poco más de quinientos habitantes.
César Aquino, coordinador del Punto, nos cuenta cómo surgió la iniciativa: “a finales de enero conversé con la presidente de la Comisión de Fomento, Mónica Sánchez, sobre la posibilidad de adquirir cuatro robots educativos, dos para niños pequeños y dos más para niños más grandes y jóvenes. La respuesta fue favorable totalmente y hoy el Punto Digital cuenta con esos valiosos elementos didácticos”.
Y agrega: “los pequeños adoptaron a Qobo como una mascota, lo cuidan y realmente resuelven los problemas que son planteados de manera colaborativa, también es una gran oportunidad para implementar la pedagogía del error. No hay una única respuesta correcta”.