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"Nada se pierde. Dibujantes de Humor" en el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos

Se trata de una muestra que exhibe una selección de obras en tanto descripción de los años de apogeo de la revista Humor (1980-1985) y de sus directas ramificaciones en otros títulos, durante aquellos primeros años de la década del ochenta: un lustro que incidió, como pocas, en la realidad política y en la vida cultural de los argentinos. La entrada es libre y gratuita.

Emblema de la resistencia crítica a la dictadura y de la restauración democrática, la revista Humor ha legado una galería indeleble de portadas desde 1978, que se ofrece como la iconografía definitiva del período. En la base de su andamiaje, lo que hubo y la sostuvo fueron los dibujos. Ellos construyeron el primer lazo con el lector y amalgamaron la ecléctica suma de sus artículos en cada número. Humor nunca fue una revista de chistes, aunque por supuesto también los publicó. Y aunque aún en sus ilustraciones más dramáticas subyace una actitud de parodia, sátira o ironía, su humor era otra cosa que a veces podía no dar risa. En la Humor el humor hizo pensar. Y en Humor y en las otras revistas de Ediciones La Urraca -dirigida por un dibujante, Andrés Cascioli- el dibujo, las historietas, las viñetas unitarias y las ilustraciones fueron sustanciales a su fórmula, nunca un complemento o un camuflaje.

Al respecto, se inauguró la muestra "Nada se pierde. Dibujantes de Humor" en el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos. Allí se presentan obras originales de treinta autores icónicos como Cascioli, Fortín, Izquierdo Brown, Fontanarrosa, Rep, Tabaré, Limura y Scafati, entre otros. También se exhiben otros de las revistas que salieron entonces, a partir de Humor, como El Péndulo, SuperHumor, Humi y, ya en democracia, la SexHumor, con la primera camada de humoristas mujeres como Maitena, María Alcobre y Patricia Breccia, destacando la amplitud de criterios del arte editorial de aquella, la última gran revista de humor gráfico de la Argentina.

José María Gutiérrez, curador de la exposición, compartió: “La muestra te lleva a cuarenta años atrás, habla de la transición democrática entre el fin de la dictadura y el comienzo de la democracia a partir de los dibujos. La riqueza de autores y artistas que había en ese momento es en sí misma un ejemplo de democracia. Eran muy diferentes en estilos, hasta con lenguajes contrapuestos y, sin embargo, convivían armoniosamente. Cuando la despojás de los artículos de opinión, se aprecia esa democracia artística que había, junto a una genuina libertad expresiva”.

Y agregó: “También están las otras publicaciones que surgieron a partir de Humor, que abarcaban desde la ficción especulativa hasta la revista que abordaba el sexo como efecto de la democracia, ya que durante la dictadura no habría podido salir nunca una publicación que tomara con desparpajo y franqueza temas que eran tabú”.

Nada se pierde. Dibujantes de Humor se puede visitar hasta el 31 de julio de 2024 de martes a domingos de 14 a 19 h, en el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos de la Biblioteca Nacional. La entrada es libre y gratuita.

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