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Mapa Nacional de Cultivos: una herramienta clave para comprender la dinámica agrícola argentina

Este producto se elabora anualmente desde la campaña 2018/2019 y combina información proveniente de imágenes satelitales —principalmente de los sensores Sentinel-2 y Landsat— con relevamientos a campo realizados por técnicos de distintas Estaciones Experimentales y Agencias de Extensión.

El Mapa Nacional de Cultivos (MNC) es una herramienta desarrollada por el INTA que permite visualizar la distribución de los principales cultivos de Argentina, diferenciando entre las campañas agrícolas de invierno y de verano. Este producto se elabora anualmente desde la campaña 2018/2019 y combina información proveniente de imágenes satelitales —principalmente de los sensores Sentinel-2 y Landsat— con relevamientos a campo realizados por técnicos de distintas Estaciones Experimentales y Agencias de Extensión.
El objetivo central del MNC es caracterizar la dinámica agrícola del país, analizando la evolución de las superficies sembradas, los cultivos predominantes en cada región y los cambios en el uso del suelo a lo largo del tiempo. Gracias a la alta resolución espacial de los datos obtenidos, la información se integra en plataformas abiertas como Google Earth Engine, Zenodo y el portal geoespacial del INTA (geo.inta.gob.ar), donde puede visualizarse y descargarse libremente.
El proyecto es coordinado por el Instituto de Clima y Agua (CIRN – INTA Castelar) en el marco del Proyecto Disciplinario I092, orientado al desarrollo de herramientas y aplicaciones para una gestión más sostenible de los recursos naturales. Desde la AER Bandera, se participa activamente en los relevamientos de campo en la región del Chaco semiárido, ubicada en el sudeste de Santiago del Estero.
A partir del Mapa Nacional de Cultivos es posible analizar diversos aspectos clave para la actividad agropecuaria, entre ellos:
• La superficie cultivada de las principales especies (soja, maíz, trigo, girasol, algodón, entre otras) en cada región del país.
• La distribución geográfica de los cultivos, identificando áreas agrícolas activas, zonas de barbecho y sectores no agrícolas.
• La rotación e intensidad agrícola, observando la cantidad de cultivos realizados por año y la frecuencia de repetición de cada especie.
• Los cambios en el uso del suelo y la expansión o retracción de la frontera agrícola.
• Las fechas estimadas de siembra o inicio de crecimiento, calculadas a partir de índices de vegetación derivados de imágenes Sentinel-2.
• La elaboración de mapas históricos comparativos, que permiten estudiar tendencias en la producción agrícola y su relación con las condiciones climáticas.
En conjunto, el Mapa Nacional de Cultivos constituye una herramienta estratégica para comprender y monitorear la evolución del sistema agrícola argentino, aportando información clave para la planificación, la investigación y la toma de decisiones.
Más Información:
Ing. Agr. Pablo Lopez Juane – Correo: [email protected]

Créditos: EEA Quimili
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