Manejo de la vegetación nativa para la ganadería: Rolado de Baja Intensidad
El Rolado Selectivo de Baja Intensidad es una propuesta tecnológica, diseñada como un abordaje sistémico y trata de aprovechar las ventajas del rolo para disminuir la cobertura de arbustos, pero sin modificar profundamente la estructura arbórea presente y generar un ambiente de media sombra amigable y beneficioso para la producción ganadera. INTA Santiago del Estero presenta una cartilla descargable con los aspectos más importantes del tema.
La ganadería y la producción forestal: dos actividades compatibles
La producción ganadera es clave en los sistemas agroalimentarios, debido a que proporciona nutrientes esenciales, medios de vida y oportunidades económicas a millones de personas de todo el mundo. Sin embargo, el sector ganadero enfrenta retos complejos y ha cosechado críticas en diversos aspectos, como la degradación ambiental, la pérdida de biodiversidad y sus repercusiones en el cambio climático. Los sistemas silvopastoriles SSP representan una alternativa resiliente que permite combinar las actividades ganaderas y forestales a la vez que se incrementan los servicios ecosistémicos.
Los SSP generan una serie de servicios ambientales como: a) productividad primaria neta (forraje herbáceo/graminoso, leñoso arbustivo y arbóreo, madera), b) secuestro de carbono, c) mejora de la calidad física y biológica del suelo, d) polinización y dispersión de semillas, e) biodiversidad, f) paisajismo, entre otros. En la región del Chaco americano los SSP son adoptados por productores ganaderos y forestales debido a estas ventajas ambientales, productivas y económicas y sociales (flexibilización de la economía de los establecimientos de pequeños y medianos productores).
¿Cómo lograr un SSP en la región Chaqueña?
Una práctica utilizada es el rolado. Desde el INTA se recomienda el RBI: Rolado Selectivo de Baja Intensidad. La misma es una propuesta tecnológica, diseñada como un abordaje sistémico y trata de aprovechar las ventajas del rolo para disminuir la cobertura de arbustos, pero sin modificar profundamente la estructura arbórea presente y generar un ambiente de media sombra amigable y beneficioso para la producción ganadera.
El RBI se basa en el empleo de un rolo de ancho menor a 2,5 m, tamaño que permite una buena maniobrabilidad, respeta la estructura de tamaños de las leñosas valiosas y mejora el hábitat de fauna. Además facilita la germinación de pastos nativos y/o la siembra de especies introducidas para incrementar la oferta de forraje necesaria para una actividad ganadera rentable. El RBI tiene el propósito explícito de mantener viable la(s) población(es) de especies leñosas de interés para aprovechamiento ganadero y forestal, es decir desarrolla un sistema silvopastoril. Como toda práctica agropecuaria y forestal, el RBI requiere de una planificación para regular la intensidad, severidad y frecuencia su aplicación a lo largo del tiempo. La intensidad del rolado se define en función de la vegetación presente, y del tamaño y otras características de la maquinaria.
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