La CNEA consolida con nuevos proyectos su participación en el campo de las telecomunicaciones
De la mano de grandes proyectos tecnológicos nacionales, hace diez años la CNEA daba inicio al Departamento de Ingeniería en Telecomunicaciones (DIT), en el Instituto Balseiro (IB). Hoy el DIT brinda desarrollos y servicios en el país y el exterior.
Diez años atrás, como resultado de la demanda asociada al desarrollo y consolidación de grandes proyectos tecnológicos como la radarización del país, la fabricación de satélites geoestacionarios (Arsat 1 y 2) y la puesta en marcha de la Red Federal de Fibra Óptica de Arsat, la CNEA iniciaba un proyecto disruptivo tanto para la institución como para el país: el Departamento de Ingeniería en Telecomunicaciones (DIT), puesto en marcha en el Instituto Balseiro (IB).
Inicialmente, con el objetivo de sostener la -entonces- recientemente creada carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones del IB, se fueron incorporando investigadores y profesionales, formando recursos humanos de grado y posgrado, y poniendo en marcha laboratorios especializados con equipamiento de primer nivel, únicos a nivel nacional.
"Las telecomunicaciones están presentes en la mayoría de las áreas de la vida cotidiana: en el acceso a la información, en el trabajo, en las relaciones con familiares y amistades, en las formas de entretenimiento, entre otras múltiples actividades", señala el investigador y actual jede del Departamento de Ingeniería en Telecomunicaciones (DIT), Pablo Costanzo Caso.
El jefe del DIT afirma que los desarrollos de sistemas de transmisión, recepción y procesamiento de la información son una parte fundamental de los cambios tecnológicos actuales y de los que vendrán en el futuro. "El desarrollo de las telecomunicaciones impacta también en áreas como la ciencia, la educación, la salud, la justicia y la seguridad, además, genera nuevas oportunidades de negocios y de emprendimientos vinculados a la producción de bienes y servicios", dice Costanzo Caso.
Evolución de instalaciones e investigación
El DIT actualmente está integrado por 30 personas entre investigadores, profesionales y becarios que trabajan en investigación y desarrollo sobre algunas disciplinas fundamentales: la electrónica, radiofrecuencia y microondas; el procesamiento de señales; la fotónica o tecnologías asociadas al manejo de la luz; y la cuántica. Normalmente, estas disciplinas se conjugan y vinculan a través de proyectos transversales que promueven tanto la interacción de los propios integrantes del DIT, como la de estos con otros grupos de la CNEA.
Entre esos proyectos de colaboración se destacan el desarrollo de sensores electrónicos y de fibra óptica, junto con investigadores del CAREM, el reactor de investigación RA-6 del CAB y el Instituto de Nanociencias y Nanotecnología (INN); el diseño y caracterización de guías de onda coplanares en microondas para en ensayo de dispositivos espintrónicos y memorias, con investigadores de Resonancias Magnéticas; y la fabricación de circuitos fotónicos integrados en nitruro de silicio, en colaboración con investigadores del Departamento de Micro y Nanotecnología (DMyNT) del Centro Atómico Constituyentes.
“El mundo de hoy es un mundo esencialmente digital: lo que vemos, las herramientas que tenemos, las aplicaciones que usamos y lo que hacemos cotidianamente está fuertemente influenciado por las nuevas tecnologías y herramientas que aparecen, como la Inteligencia Artificial. Los profesionales de las telecomunicaciones nos enfocamos, a partir de nuestro conocimiento, en generar soluciones y dar soporte tecnológico a todas estas herramientas y aplicaciones que nos sorprenden día tras día”, expresa Costanzo Caso, quien es también docente de Ingeniería en Telecomunicaciones en el Instituto Balseiro.
Desarrollo satelital: de la Patagonia a la India
Una experiencia destacada que llevaron adelante los científicos del DIT fue el desarrollo de una estación terrena satelital, que fue motivo de una cooperación internacional entre la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la empresa india Kepler Aerospace y la CNEA a través del DIT.
Esta estación terrena permitió el seguimiento y el telecomando de un satélite pequeño lanzado desde India. La etapa temprana del lanzamiento, llamada "Fase de Lanzamiento y Órbita Temprana" (LEOP, por sus siglas en inglés), es la más crítica para la misión porque requiere el control de movimiento del satélite hasta posicionarlo en la órbita definitiva: “Desarrollamos y pusimos en marcha un sistema que incluye el transmisor, el receptor, las antenas y las etapas de amplificadores correspondientes. También se desarrolló el control electrónico y mecánico para hacer el seguimiento y apuntamiento de las antenas al satélite cuando el mismo pasaba 3 o 4 veces al día por el cielo de Bariloche. En esos momentos teníamos que recibir señales y transmitirle los comandos al satélite. El lanzamiento fue un éxito y la estación terrena un punto clave para que esto suceda. Ya iniciamos los primeros contactos para repetir esta experiencia con un nuevo satélite que está actualmente en desarrollo por ISRO”, indica el investigador.
“Las telecomunicaciones son estratégicas para un país soberano como el nuestro, además de ser el precursor y facilitador tecnológico de nuevas ideas y desafíos para el futuro. Es importante fomentar tanto la formación de recursos humanos altamente especializados como la creación y el establecimiento de empresas de base tecnológica nacionales, que puedan sostenerse y competir en este ecosistema de las telecomunicaciones”, enfatiza Costanzo Caso. Y agrega: "Muchas personas, investigadores, profesionales, becarios y técnicos, trabajan y trabajaron en los proyectos del DIT y los resultados son el fruto del trabajo en equipo".