La empresa estatal de telecomunicaciones Arsat informó que este año la empresa paga un 61% menos la instalación de cada antena respecto de lo que se pagaba en 2011.

Estas antenas son instaladas en escuelas rurales de todo el país para conectarse a internet a través de los satélites nacionales Arsat 1 y Arsat 2.

Del proceso licitatorio ejecutado este año, resulta que la instalación de cada antena les cuesta a los argentinos un 61% menos que hace seis años, es decir, en comparación con la licitación que se realizó por el mismo concepto en 2011. El servicio de instalación es tercerizado tras un proceso de licitación pública.

En concreto, este año se adjudicó este servicio a un precio promedio de USD 588 por antena, esto es, un total de $10.292 (cambio $17,5/USD).

En tanto, en 2011 el precio promedio adjudicado fue de USD 1364 por antena, alrededor de $5919 (cambio $4,34/USD). Actualizando este monto por inflación según datos del IPC San Luis, equivaldría a 26.590 pesos en la actualidad. De esta manera, en 2011 el precio real por antena fue un 61,3% más caro.

Cabe recordar que la gestión actual recibió un total de 2217 escuelas rurales conectadas, de las cuales 830 se encontraban en situación de abandono desde el año 2013, es decir, no brindaban internet por falta de mantenimiento. Mientras que las 1387 restantes continuaron traficando con un ancho de banda insuficiente para los fines que fueron destinadas.

La licitación realizada este año, además, incluye el mantenimiento para la rehabilitación de estas 830 antenas que volverán a recibir el servicio. En tanto, a las restantes 1387 se les duplicará el ancho de banda.

Por otro lado, el proceso licitatorio de 2017 tuvo un 80% más de oferentes que el que se llevó a cabo en 2011. Esto explica la mejora en las condiciones de contratación por parte de Arsat, debido a la mayor competencia en los precios.

El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, sostuvo: “Actualmente ARSAT está llevando adelante el despliegue de antenas en más de 2200 escuelas rurales en las provincias integrantes del Plan Belgrano, que se suman a las 830 que se están reactivando tras quedar abandonadas, sin mantenimiento, por la gestión anterior”.

A partir de lo anterior, Rodrigo de Loredo, expresó: “Desde el primer día de gestión pusimos en marcha una política transparente, austera y responsable, con el objetivo de trabajar en la eficiencia no sólo en cuanto a la administración de los recursos sino también en el despliegue, planificación y ejecución de los proyectos”.