Hoy comenzó el juicio por el asesinato de Blas Correas y la Secretaría de Derechos Humanos participa como observadora y amicus curiae
Este miércoles comenzó en la ciudad de Córdoba el juicio por el crimen de Valentino Blas Correas, el joven de 17 años asesinado por la policía provincial el 6 de agosto de 2020. Son 13 los agentes imputados.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación presenciará las audiencias como observadora y amicus curiae, en cumplimiento del compromiso asumido con la familia de la víctima, y con el objetivo de promover un juicio justo que no deje impune hechos de esta naturaleza.
Desde el comienzo del caso, la secretaría acompañó a la familia. Además, el 12 de febrero día en el que Blas hubiera cumplido 19 años, la SDH colocó un cartel en homenaje al adolescente. Esta señalización fue realizada en el marco del plan federal de la Secretaría con el objetivo de mantener viva la memoria y el reclamo de justicia.
En el día de ayer, el director de Políticas contra la Violencia Institucional, Mariano Przybylski, estuvo con Soledad Laciar, mamá de Blas, en Córdoba, para manifestarle el apoyo y acompañamiento de la Secretaría.
Al respecto, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti expresó: “Para nosotros es muy importante que haya una condena ejemplar en este juicio, la visibilidad que tuvo el caso tiene que servir de ejemplo para que estas cosas no pasen nunca más”.
El caso
El 6 de agosto de 2020, Valentino Blas Correas, de 17 años viajaba en un auto con cuatro amigos después de juntarse en un bar. En un momento del recorrido, un grupo de policías que estaba realizando un control vehicular le hizo señas para que se detuvieran pero los jóvenes se asustaron y siguieron de largo.
Esta acción fue respondida por los policías con varios disparos de armas de fuego, uno de los cuales ingresó por la luneta y se incrustó en la espalda de Blas, mientras otros impactaron en el auto.
Herido de bala, Blas fue llevado por sus amigos al Sanatorio Aconcagua, donde se negaron a atenderlo. Mientras esto ocurría, los policías colocaron un arma en la escena para simular un enfrentamiento que nunca sucedió.