Presidencia de la Nación

Festival de la Miel Serrana


Del 1 y el 4 de febrero, se celebró en la ciudad de San Marcos Sierras, Córdoba, la fiesta en homenaje a la miel. Este Festival, que se desarrolla en la plaza principal, es el más representativo del pueblo, conocido por la excelente calidad del producto orgánico que genera.

A menos de 200 km de Córdoba Capital, en el Valle de Punilla, San Marcos Sierras aparece para ofrecer diversas experiencias para todo público. Dueña del primer Museo Hippie del mundo (una casa construida en los ’70 con forma de hongo que exhibe una colección de objetos relacionados con el hippismo) y de un paisaje natural boscoso que parece salido de un cuento, quienes llegan hasta allí pueden optar por relajarse y refrescarse en los balnearios que se forman a lo largo del río Quilpo, por hacer caminatas, trekking, cabalgatas, pescar truchas, ascender a sus cerros para observar las más bellas puestas de sol o degustar las mayores exquisiteces regionales (productos que se hacen con miel, aloe vera y otras bondades de la naturaleza de esta tierra serrana).

Cada febrero, la fiesta más importantes de la “capital de la miel” conmemora la importante producción de la zona, reúne a los productores y presenta espectáculos artísticos (principalmente de carácter folklórico), obras de teatro, venta de artesanías y productos gastronómicos. La festividad se complementa con el desfile de carrozas, la elección de la Reina de la Miel y el gran baile de cierre del que participan todos los asistentes.




¿En qué se diferencia la miel artesanal de la industrial?

La miel artesanal como la que se produce en las sierras de Córdoba está libre de agroquímicos, puesto que se extrae de montes y pasturas naturales. Se cuela a mano, en tambores separados para poder individualizarla por color y sabor. Se envasa recién cosechada, que es cuando está más líquida y cuanto más rápido se cristaliza más pura resulta.

En cambio, la miel industrial se produce con ácido fénico para ahuyentar a las abejas y trabajar a mayor velocidad. Se bombea y filtra mecánicamente en grandes recipientes, donde se mezclan mieles de distinta procedencia. Se recalienta para hacerla más líquida y envasarla con facilidad y muchas veces comienza a quemarse, por lo que pierde sus propiedades nutritivas y curativas. Suele ser de sabor y color siempre igual y transcurre mucho más tiempo hasta que empieza a cristalizar. La que se comercializa habitualmente en los supermercados presenta un color y una fluidez uniformes por los procesos de industrialización a los que fue sometida. En algunas ocasiones, se alimenta a las abejas con jarabes o melazas para aumentar la producción, lo que aumenta el contenido en sacarosa pero disminuye en otros elementos que conforman el néctar de las flores. El líquido se puede hacer ambarino y trasparente al filtrarla, por lo que no deja pasar gran parte de sus fermentos y vitaminas. Por eso, lo mejor es tener la certeza de su origen artesanal.

Scroll hacia arriba