Federico Gil: “Mi día D es el 2 de agosto”
El tirador participará en sus terceros Juegos Olímpicos y reconoció que llega más tranquilo que en Río 2016 y Tokio 2020. “Ganar mi primera medalla panamericana fue especial, voy con mucha confianza a París", dijo en plena preparación.
Tras aquel memorable festejo en Santiago 2023 el tirador Federico Gil se metió definitivamente en la historia grande del deporte argentino. Su foto en el podio con la medalla plateada sintetiza la clasificación olímpica a París 2024, sus terceros Juegos Olímpicos.
“A Río 2016 me clasifiqué en una Copa del Mundo y a Tokio 2020 por ranking mundial. Nada se compara con esta clasificación, ganar mi primera medalla panamericana fue especial, después de algunos sin sabores anteriores, por eso estaba eufórico y se vieron esas imágenes de festejo tan alocado. Hacía mucho que venía trabajando para subir a un podio en un Juego Panamericano, fue una tarea cumplida y me ayudó mucho en este camino a París”, le comentó Gil a la web de la Subsecretaría de Deportes.
“Aquel logro en Santiago fue especial. Ahora mi día D es el 2 de agosto, cuando arranco a competir. Voy con confianza a París, siento que estoy en condiciones de llegar a una final y ahí medirme con los mejores. Esta vez estoy mucho más tranquilo que en los Juegos anteriores, me doy cuenta que no es de vida o muerte, que hay que disfrutar de representar al país en la cita más importante del deporte”, analizó Gil, quien logró su clasificación olímpica en la modalidad skeet.
Más allá de este último logro y las competiciones en Río 2016 (finalizó en el puesto 27) y Tokio 2020 (terminó 14), el bonaerense nacido en Lanús fue el primer argentino en salir campeón de una Copa del Mundo en la especialidad tiro al plato, logro que consiguió en 2017 en Chipre.
“Estar en los Juegos Olímpicos no se compara con nada, cada año participo de cuatro Copas del Mundo, de un Mundial y de otros torneos internacionales. Esto es único, recuerdo que en Río era todo nuevo para mí y eso de alguna manera me presionó. En Tokio estaba más familiarizado pero las condiciones eran raras, el COVID estaba presente entre nosotros y eso condicionó muchas cosas. Ahora es distinto, la experiencia pone las cosas en otro lugar. Estoy muy motivado”, argumentó durante una pausa del entrenamiento diario que siempre lidera su padre, Horacio Gil.
“La gente no imagina todo el entrenamiento que hay detrás de un tirador, hay una parte física, lo específico de tiro y todo lo que hace a la alimentación, el descanso y diferentes rutinas para estar enfocado y mantener la concentración al cien por ciento. No se puede dejar nada librado al azar; y en lo personal el hecho de dedicarme también a la construcción de las canchas de tiro es otra de las cuestiones que me ayudan a interpretar este deporte. Pero lo real es que todo se define en el aquí y el ahora, estar bien en ese día D”, concluyó.